- El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró ayer durante un encuentro en el Kremlin con su homólogo ruso Vladímir Putin que desea “iniciar una desescalada” de la crisis en Ucrania, unos esfuerzos que Rusia agradeció. “Nuestro continente está hoy en una situación muy crítica, lo que nos obliga a ser extremadamente responsables”, afirmó Macron, sentado a un extremo de una larga mesa blanca en el salón del Kremlin y separado varios metros de Putin.

Macron dijo ser consciente de la situación “político-militar” en el continente y apeló a la responsabilidad de todos los implicados en la crisis. “La crítica situación en Europa a día de hoy nos inquieta. Por eso, es necesario que todos nos comportemos con responsabilidad”, señaló.

Recordó, además, las conversaciones telefónicas que ha mantenido durante las últimas semanas con Putin y consideró que el diálogo es ahora “más actual que nunca” a la hora de garantizar la paz y seguridad en Europa.

El dirigente francés, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE), es el primer líder occidental de alto perfil que se reúne con el presidente ruso desde el aumento de la tensión entre Rusia y Ucrania en diciembre. Además, hoy se reunirá en Kiev con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Por su parte, Putin destacó los activos esfuerzos de París para el arreglo de la crisis en Ucrania y para lograr un acuerdo en materia de seguridad.

El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró ayer al recibir en la Casa Blanca al canciller alemán, Olaf Scholz, que ambos actúan como un “frente unido” en lo relativo a la crisis en Ucrania, El encuentro fue el primero entre Biden y el nuevo canciller alemán, y se produjo en un momento de críticas a Scholz de los socios de la OTAN por la falta de una línea clara frente a Rusia. “Alemania es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos. Estamos trabajando como un frente unido para disuadir a Rusia de una agresión en Europa”, dijo Biden en unas breves declaraciones a la prensa al inicio del encuentro. Añadió que también trabaja con Alemania “para hacer frente a los desafíos que presenta China y promover la estabilidad en los Balcanes Occidentales”, así como en la respuesta a la pandemia y la crisis climática.

Scholz coincidió en que Washington es uno de los “aliados más cercanos” de Berlín y dijo que hablaría con Biden sobre cómo “combatir la agresión de Rusia contra Ucrania”.

Según la Casa Blanca, Biden y Scholz abordarán la preparación de un “robusto paquete de sanciones” que “impondrían un grave coste si Rusia invade Ucrania”.

En concreto, uno de los temas de la conversación será el futuro gasoducto Nord Stream 2, que transporta gas natural ruso a través del mar Báltico directamente a Europa Occidental, y que esquiva Ucrania. Su proceso de certificación, no obstante, se encuentra bloqueado, por lo que no ha empezado a funcionar.

Poco antes de viajar a Estados Unidos, sin embargo, el canciller alemán rehusó una vez más hacer referencia explícita a una posible suspensión de los permisos del Nord Stream 2, aunque destacó que el potencial castigo sería “de amplio alcance y muy duro”.

En este contexto, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, aseguró ayer que su país aboga por una solución diplomática de la crisis con Rusia, pero rechaza un diálogo directo con los separatistas prorrusos del Donbás, una de sus “líneas rojas”. “He informado a (la titular alemana de Exteriores) Annalena Baerbock de que Ucrania tiene sus líneas rojas y no va a renunciar a ellas bajo ninguna circunstancia”, dijo Kuleba en rueda de prensa tras la reunión con su homóloga alemana en Kiev.

Kuleba precisó que uno de los asuntos innegociables para Kiev es todo lo que tiene que ver con su integridad territorial. “No vamos a hacer ninguna concesión en cuanto a la integridad territorial de Ucrania”, afirmó. Kiev tampoco accederá a dialogar con las repúblicas separatistas del este de Ucrania, “porque eso no está previsto por los Acuerdos de Minsk” para el arreglo pacífico del conflicto.

Insistió asimismo en que solo el pueblo ucraniano puede decidir el futuro del país, en alusión a su aspiración de ingresar en la Unión Europea (UE) y la OTAN, a lo que se opone Rusia. Kuleba aseguró que durante la reunión su colega alemana no le presionó para obligar a Kiev a hacer concesiones en el Donbás a fin de rebajar las actuales tensiones en la frontera con Rusia.

Según el ministro, tanto Kiev como Berlín rechazan una solución militar del conflicto, que estalló en 2014 entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos, y buscan una vía diplomática para hallar la paz.

Kuleba dijo que Ucrania ha recibido en los últimos meses 1.500 millones de dólares en armamento y equipos militares para fortalecer su Ejército en medio de las tensiones fronterizas con Rusia. El jefe de la diplomacia ucraniana aseguró que abordaría el veto alemán a los suministros de armamento con Baerbock, sin que esta información trascendiera en la prensa al término de la reunión.

Las autoridades ucranianas han advertido de que dicho bloqueo puede deteriorar las relaciones bilaterales con Alemania, quien considera contraproducente dicha postura desde el punto de vista de la tensión militar en la frontera con Rusia. De hecho, El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Réznikov, aseguró que Berlín ha prometido 5.000 cascos y hospitales de campaña, pero bloqueó el envío por parte de Estonia de armamento de tiempos de la Alemania Oriental. EEUU y el Reino Unido han sido los más activos a la hora de armar al Ejército ucraniano.