- El refuerzo militar ruso cerca de Ucrania ha disparado las alarmas de la OTAN y la tensión generada ha llevado a Rusia a proponer unas garantías de seguridad en Europa de las que los propios países europeos no quieren quedar desplazados. Todo ello se abordará hoy en la cita que la OTAN y Rusia tienen hoy de nuevo en Bruselas dentro del Consejo que reúne a ambas partes, una cumbre que viene marcada por el infructuoso encuentro del lunes entre Washington y Moscú y el anuncio ayer del Kremlin de nuevos ejercicios de tiro en la frontera con Ucrania con la participación de 3.000 soldados.
El Consejo OTAN-Rusia, la principal plataforma de diálogo entre ambas partes, se reúne hoy en el cuartel general de la Alianza por vez primera en más de dos años.
Existe un cierto grado de inquietud entre los miembros europeos de la OTAN, un temor a quedar sin voz en las decisiones y a que la negociación se ciña únicamente a lo que demande Estados Unidos. Ante esta situación, la subsecretaria de Estado de EEUU, Wendy Sherman, aseguró ayer a los embajadores de los países miembros de la OTAN de que trabajará “hombro con hombro” con ellos para rebajar la tensión y responder a la “crisis de seguridad” provocada por Rusia.
Moscú pide a Washington y la OTAN que retrocedan en el Este europeo, mientras que la diplomacia de Estados Unidos defiende que nadie puede exigir a otros países, como Ucrania, con quién aliarse.
Más ambicioso se mostró ayer el Kremlin. El representante en el Consejo, Alexander Grushko, indicó que “llega el momento de la verdad” para Rusia en las relaciones con la OTAN. Moscú exige garantías de que la ampliación de la OTAN no se hará con Ucrania ni otros países del Este, una posibilidad que EEUU dijo el lunes no poder contemplar. Además Rusia quiere que la OTAN se comprometa a no emplazar ni tropas ni armamento en países del continente europeo y a no desplegar misiles de corto y medio alcance en zonas desde las que pueden alcanzar objetivos en territorios de los países firmantes del acuerdo.