- La oposición democrática reclama un embargo de armas contra el régimen militar de Birmania que no llega pese a la masacre de civiles y los incendios provocados de aldeas, entre otros abusos, de los que se acusa al Ejército birmano.
La agencia birmana Chindwin News Agency publicó ayer unas imágenes de vídeo en las que se puede observar el humo que se eleva desde las casas incendiadas en una localidad del estado Chin en un supuesto ataque de las fuerzas de la junta militar birmana. Según la agencia, al menos 55 viviendas fueron quemadas en la aldea Thantlang.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el pasado miércoles la matanza de 35 personas en Birmania, entre ellas cuatro niños y dos trabajadores de la ONG Save the Children, el pasado 24 de diciembre y exigieron el cese inmediato de la violencia en la zona.
El organismo subrayó la “necesidad de asegurar la rendición de cuentas en torno a este hecho” y el respeto por “los derechos humanos y la seguridad de los civiles”, pero no llegó a pedir la imposición de un embargo de armas al país.
Esta es la demanda de la gran mayoría del movimiento prodemocrático en el país, así como de muchas ONG defensoras de los derechos humanos. “Un embargo global de armas debería ser la prioridad de acción del Consejo de Seguridad de la ONU”, indicó ayer a través de Twitter el subdirector de Human Rights Watch en Asia, Phil Robertson, tras la reacción del Consejo a la matanza del pasado miércoles en Kayah.