Unos 700.000 niños se han quedado sin escuela debido al cierre de colegios causado por la violencia en las regiones anglófonas de Camerún, sumidas en un conflicto separatista, informó hoy el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
Esas cifras, provenientes de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), vuelven a recordar que "Camerún es una de las crisis más olvidadas del mundo", subrayó el NRC en un comunicado. "Los niños aquí arriesgan sus vidas todos los días simplemente yendo a la escuela. La megaemergencia educativa de Camerún necesita atención internacional, no un silencio mortal por parte del mundo exterior", afirmó el director de la organización humanitaria, Jan Egeland, de visita en el país africano.
Según la OCHA, dos de cada tres escuelas están cerradas en las regiones Noroeste y Suroeste, que son foco del conflicto secesionista anglófono que atraviesa el país desde 2017. El pasado 24 de noviembre, por ejemplo, cuatro niños y un maestro murieron en un ataque en Ekondo Titi, en la región Suroeste.
En la región Noroeste, un cierre reciente impuesto por un grupo armado del 15 de septiembre al 2 de octubre limitó el acceso a los servicios básicos, incluida la salud y la educación. Durante ese período, la OCHA llegó a informar de una serie de ataques en el noroeste, incluido el secuestro de ocho estudiantes y cinco directores de escuelas públicas, uno de los cuales fue asesinado.
"Hasta que la comunidad internacional intensifique su apoyo y compromiso diplomático, los niños seguirán siendo los más afectados por la violencia", advirtió Egeland. Los ataques contra escuelas en las regiones Noroeste y Suroeste se repiten desde 2017, después de que se sumaran a este conflicto grupos armados que reclaman la independencia de las áreas de mayoría anglófona (el 20 % de Camerún), a las que llaman Ambazonia.
Camerún fue colonia británica y francesa hasta 1960, cuando se independizó de ambas potencias e instauró un Estado federal que perduró hasta la celebración de un referéndum en 1972, que dio luz verde a su unificación. Desde entonces, el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas.
No obstante, en octubre de 2017 varias protestas pacíficas de profesores y funcionarios de justicia que pedían usar el inglés en tribunales y colegios fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad, lo que provocó el nacimiento de grupos separatistas. Desde entonces, más de 180.000 personas han sido desplazadas por la violencia y las operaciones de los militares cameruneses contra los grupos armados separatistas, a quienes organizaciones como Amnistía Internacional acusan de matar civiles y arrasar aldeas.