El gigante gasístico ruso Gazprom recordó hoy a Moldavia que hoy vence el plazo para efectuar el pago de más de 74 millones de dólares que adeuda a la compañía por las entregas de gas si quiere evitar un corte de los suministros. "No se ha recibido el pago de Moldavia por el gas. El plazo de 48 horas dado tras el aviso sobre el corte de los suministros expira hoy", declaró el portavoz de Gazprom, Serguéi Kuprianov.
El viceprimer ministro de Moldavia, Andréi Spinu, aseguró el lunes que el Gobierno trabaja para resolver el problema del pago de los 74,3 millones de dólares que debió abonar el pasado día 20. Según director de la gasística Moldovagaz, Vadim Ceban, se trata del pago por los suministros de octubre y un adelanto del 50 % para los de noviembre.
Spinu explicó posteriormente en una rueda de prensa que el Gobierno ha encontrado una vía para efectuar el pago, pero que el Parlamento tiene que aprobar los cambios presupuestarios, que se reunirá este jueves, es decir un día después de que venza el plazo dado por Gazprom. El problema para Moldavia surgió porque en octubre el país tuvo que comprar gas a Gazprom por 790 dólares por mil metros cúbicos, pero vendió el gas a los consumidores por 150 dólares; de esta manera surgió un gran déficit de ingresos, indicó Ceban.
El precio era tan elevado porque el acuerdo de largo plazo entre Moldavia y Gazprom expiró en septiembre y aunque la gasística rusa lo prolongó durante un mes para dar tiempo a las partes a negociar un nuevo contrato, lo hizo con precios de mercado. El país tuvo que decretar en octubre incluso el estado de emergencia debido a la crisis del gas -solo tenía cubiertas las necesidades para ese mes en un 67 %-, y comprar combustible a Ucrania, Polonia, Países Bajos y Suiza.
Tras llegar a un nuevo acuerdo con Gapzrom a contrarreloj el pasado 29 de octubre para el suministro de gas durante los próximos cinco años, Moldavia tendrá que pagar unos 450 dólares por cada mil metros cúbicos en noviembre. El portavoz de la gasística rusa dijo el lunes que, en vista de la difícil situación financiera del país, la gasística rusa aceptó firmar un nuevo contrato con Moldavia teniendo en cuenta casi todas las condiciones moldavas, pero "con un punto importante" y que consistía en la realización del "cien por cien de los pagos" en los plazos acordados.