- El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró ayer que Rusia quiere “garantías de seguridad” de Occidente debido a la tensión con la OTAN cerca de sus fronteras. Putin pidió a su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, que plantee “sin falta” la necesidad “de lograr la concesión a Rusia de importantes garantías de seguridad a largo plazo”. Durante una intervención ante la plana mayor del Ministerio de Exteriores, Putin explicó que esas garantías buscan evitar “que se produzca un conflicto”. “Nosotros no necesitamos un conflicto”, dijo.
El líder ruso denunció que Occidente no se tome en serio las “líneas rojas” de Rusia, pero resaltó que las advertencias de Moscú sí han surtido “cierto efecto” y “tensión”.
“Es necesario mantener ese estado (de tensión) el mayor tiempo posible para que no se les pase por la cabeza montarnos un conflicto innecesario en nuestras fronteras occidentales”, señaló.
En lo que respecta al mar Negro, los últimos acontecimientos “se salen de ciertos límites, a 20 kilómetros de nuestras fronteras vuelan bombarderos estratégicos. Como es bien sabido, portan armas muy serias”, dijo. Putin acusó a Occidente de “exacerbar la situación con el suministro de armamento letal moderno a Kiev” y “provocadoras maniobras militares” no sólo en el mar Negro, sino también “en otras regiones próximas” a las fronteras rusas. Aludió a los elementos estratégicos del escudo antimisiles de Estados Unidos desplegados en Rumanía y Polonia y también acusó a Alemania y Francia de instigar el incumplimiento ucraniano de los Acuerdos de paz de Minsk para el este de Ucrania.
En su opinión, los dos mediadores llevan las negociaciones para el arreglo del conflicto en el Donbás entre el Ejército ucraniano y los separatistas apoyados por Moscú a un “callejón sin salida”. También culpó a la OTAN de la reciente ruptura de relaciones, que desembocó en la expulsión mutua de diplomáticos y el cierre de oficinas en Moscú y Bruselas.