- China aseguró ayer que el llamamiento de EEUU al mundo para que respalde la participación “robusta y significativa” de Taiwán en el sistema de la ONU supone “la mayor amenaza para la paz y la estabilidad en el Estrecho de Formosa”. “China se opone firmemente a los últimos comentarios realizados al respecto por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y ha presentado una queja formal al respecto”, afirmó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian.
El martes, Blinken animó a todos los Estados miembros de la ONU a que se unan a Washington “en el respaldo a la participación sólida y significativa por parte de Taiwán en todo el sistema de la ONU y la comunidad internacional”. Blinken sostuvo que Taiwán se ha convertido en una “historia de éxito democrático” y en un “valioso socio” y “amigo de confianza” de Estados Unidos.
Sus declaraciones se produjeron poco después del 50º aniversario de la incorporación de la República Popular China a la ONU, lo que implicó que Taiwán se quedara fuera de esa y otras organizaciones internacionales ante las presiones chinas. “Que Estados Unidos apoye a los secesionistas taiwaneses a que busquen espacio internacional en su camino a la independencia es la mayor amenaza a la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”, dijo la Embajada china en Estados Unidos en un comunicado.
Ante esta postura de EEUU, China, por su parte, insiste en “reunificar” la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990. Pero desde entonces han tomado fuerza las voces que reclaman declarar la independencia de Taiwán como estado soberano.
Lo cierto es que Taiwán tiene las ideas muy claras a tenor de cómo se expresó ayer el ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, durante su primera visita oficial a Praga. “Taiwán vive a la sombra de China muchos años y China nos dice continuamente lo que debemos hacer y que les pertenecemos. Pero la existencia de Taiwán sin intervención de China es un ejemplo de que si los taiwaneses quieren seguir su camino y perseguir su propio futuro, encontraremos una forma de hacerlo”, afirmó Wu, que añadió que “el Gobierno de China no es el gerente de Taiwán, no decide lo que hacemos o no hacemos, sino que nosotros somos un país democrático y estamos orgullosos de ello”.
La petición de Blinken para respaldar “la participación robusta y significativa” de Taiwán en el sistema de la ONU, ya cuenta con un respaldo, el del Senado checo.
La embajada de China en la República Checa reaccionó con rapidez e hizo pública una nota de repulsa, firmada por el portavoz de la misión, por considerar que los checos ofrecen “una plataforma para las actividades separatistas”.