- La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió ayer de que el número de víctimas civiles en Afganistán podría ser este año “el mayor del que se tiene registro”, mientras los desplazados en lo que va de año superan los 400.000.
La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, detalló que desde el inicio de los ataques talibanes en mayo las personas que han dejado su hogar por el conflicto son al menos unas 250.000 (un 80% mujeres y niños), e indicó que el total de desplazados internos es ya de unos 3,3 millones.
Mantoo pidió a los países vecinos que mantengan sus fronteras abiertas ante la posible llegada de refugiados, aunque la mayoría de desplazados evitan alejarse demasiado de sus lugares de origen (con todo, 120.000 personas han huido hacia Kabul).
“El número de víctimas en las hostilidades es inmenso”, resumió Mantoo, quien recordó que hay combates en 33 de las 34 provincias y reiteró que la ONU “pide un alto el fuego permanente y una solución negociada por el bien del pueblo afgano”.
Frente al temor a que el conflicto obligue a retirar la presencia de las agencias de la ONU en Afganistán, el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, aseguró que la intención de sus efectivos sobre el terreno es la de mantener sus actividades.
Otro portavoz de Naciones Unidas, Tomson Phiri (del Programa Mundial de Alimentos), añadió que la situación alimentaria en Afganistán es “dramática”, ya que unos 14 millones de personas tienen problemas de acceso a comida. “Unos dos millones de niños necesitan los programas de nutrición, en un momento en el que el país ha sufrido dos sequías en los últimos cuatro años y se espera una mala cosecha. Lo peor está por llegar y se avecina una época de hambrunas”.