- Rusia y EEUU celebrarán dentro de una semana consultas sobre estabilidad estratégica, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados por los presidentes de ambos países, Vladímir Putin y Joe Biden, en la cumbre de Ginebra, declaró ayer un representante diplomático ruso. Tal como han señalado varios analistas, será un primer paso en el camino de la “descongelación” de las relaciones entre ambos países.
Una fuente de la delegación rusa en el Consejo de ministros de Exteriores de los países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) que tiene lugar en Dusambe, informó a Interfax que la reunión comenzará “dentro de una semana”, con el fin de que “ambas partes expresen sus puntos de vista sobre el futuro trabajo”. La OCS está integrada por China, Rusia, la India, Pakistán, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán, naciones que suman casi la mitad de la población mundial, y cuenta con Irán, Afganistán, Bielorrusia y Mongolia como países observadores.
El representante diplomático señaló en el marco del Consejo ministerial de la OCS que Rusia aboga por debatir con EEUU todos los tipos de armas que inciden en la estabilidad estratégica, tanto las nucleares como las convencionales, tanto las ofensivas como las defensivas, siempre que afecten la seguridad global.
El embajador de Rusia en EEUU, Anatoli Antónov, adelantó la víspera en una vídeoconferencia ante estudiantes del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, en Monterrey, California, que esta reunión podría celebrarse “en las próximas semanas”. “El punto de partida podría ser un repaso de las preocupaciones de ambas partes en la esfera estratégica”, señaló.
El embajador ruso indicó que las partes deberán crear “una ecuación de seguridad” que contemple todos los factores importantes que inciden en la estabilidad estratégica. “Esta ecuación debe abarcar todas las armas ofensivas y defensivas, tanto nucleares como no nucleares, capaces de cumplir misiones estratégicas”, explicó.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció el inicio ayer de las consultas sobre ciberseguridad entre Moscú y Washington, otro de los puntos discutidos por Putin y Biden en Ginebra. “Consideramos inadmisibles los ciberdelitos. Consideramos que deben ser castigados. Y consideramos que Rusia y EEUU deben interactuar a nivel internacional para abortar este tipo de fenómenos”, añadió.
La cumbre entre los jefes de Estado de Rusia y EEUU tuvo lugar el pasado 16 de junio en Ginebra. Putin y Biden subrayaron la disposición de ambas partes de iniciar un diálogo bilateral abarcador sobre seguridad estratégica y ciberseguridad para reducir la tensión entre Rusia y Estados Unidos.
La visita a Moscú del enviado especial de EEUU para el Clima, el ex secretario de Estado John Kerry, supone un primer paso tras el encuentro en Ginebra entre Biden y Putin. Kerry mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso en la que ambos afirmaron que “las cuestiones climáticas son una de las áreas en las que Rusia y EEUU tienen intereses comunes y enfoques similares”, según informó el Kremlin.
Rusia considera la visita de Kerry como una señal positiva y muy importante, a fin de aliviar las tensiones entre ambos países y mantener un diálogo sustancial y profesional para encontrar un denominador común, en este caso en la lucha contra el cambio climático.
Estados Unidos, a su vez, aseguró a través de su enviado para el Clima, que hay “espacio” para la colaboración entre Washington y Moscú en este campo y que quizás esta cooperación pueda generar oportunidades en otros temas de interés común.
En la llamada telefónica, Putin subrayó a Kerry que Rusia concede una “gran importancia” a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París, y abogó por un “diálogo profesional y despolitizado en esta área”. El Acuerdo de París marca como objetivo evitar que se superen los 2 grados centígrados a finales de este siglo respecto a los niveles preindustriales y que se hagan todos los esfuerzos para no rebasar los 1,5 grados.
El mandatario ruso señaló que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Rusia en los próximos treinta años hasta niveles por debajo de los de la Unión Europea, la cual se ha fijado como meta convertirse en climáticamente neutra en 2050 y lograr una reducción neta de emisiones de “al menos el 55%” para 2030.
El jefe del Kremlin y el exsecretario de Estado abordaron, además, la preparación de la cumbre del clima, la COP26, que se celebrará del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow, teniendo en cuenta las prioridades nacionales para la descarbonización.
Kerry informó asimismo al líder ruso de las reuniones que ha mantenido en Rusia con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el enviado especial de Putin para el Clima, Ruslán Edelgueríev.
Kerry a sostuvo ante Lavrov que la COP26 “es realmente la última y mejor esperanza para que los países se unan y hagan lo que los científicos nos dijeron que hiciéramos”, pues en 2018 afirmaban que quedarían doce años para tomar decisiones importantes que evitaran las peores consecuencias de la crisis climática.
Asimismo, en el contexto de la actual presidencia rusa del Consejo Ártico, Putin y Kerry intercambiaron puntos de vista sobre las perspectivas de cooperación ambiental bilateral en el Ártico.