La plataforma del radiotelescopio del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, se desplomó debido a fallos estructurales que arrastraba desde hace meses y que llevaron a la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF, en inglés) propietaria de la instalación, a anunciar recientemente su desmantelamiento. La estructura, uno de los radiotelescopios de un solo plato más grandes del mundo, tenía un peso de 900 toneladas y un plato reflector de mil pies de ancho (unos 305 metros). El primero de los fallos ocurrió en agosto pasado al romperse uno de los cables, hecho que se agravó el 6 de noviembre al resquebrajarse otro, quedando extremadamente debilitado.
Durante el fin de semana se rompieron seis cables más de la estructura y los empleados sabían que era cuestión de días que ocurriera el derrumbe de hoy, que tuvo lugar a primera hora del día. Personal de seguridad federal y de emergencia local se encuentran inspeccionando la zona y no se ha informado de heridos. El adiós de uno de los emblemas de Puerto Rico supone dejar atrás lo que ha sido una parte fundamental para la comunidad científica mundial durante el último medio siglo. El radiotelescopio del Observatorio de Arecibo permitió a los científicos observar objetos y eventos exóticos del espacio y misteriosas explosiones de ondas de radio.
También fue una herramienta clave en la búsqueda de asteroides que orbitan cerca de la Tierra ayudando a los astrónomos a encontrar objetos que potencialmente podrían representar una amenaza para el planeta.
Los hitos del observatorio pasan por lograr la primera evidencia indirecta de ondas gravitacionales en 1974, lo que hizo ganar un premio Nobel a sus creadores, y por descubrir los primeros planetas fuera del sistema solar en 1992.
Un escenario de película
La gobernadora de la isla, Wanda Vázquez, dijo que recibió la noticia con "tristeza" y que se trata de un "duro golpe a nuestra contribución científica en este campo". "La pasada semana enviamos comunicación a (Washington) DC para urgir su restablecimiento. Nos reafirmamos en su aportación y la importancia de levantarlo", concluyó en un mensaje a través de sus redes sociales.
Junto al bosque húmedo de El Yunque y el Viejo San Juan, además de sus paradisiacas playas, el observatorio era uno de los atractivos turísticos principales de Puerto Rico y era visitado anualmente por casi 100.000 turistas. Su fama mundial también vino por haber sido escenario del rodaje de dos películas de gran impacto: "Contact" con Jodie Foster y la de la saga de James Bond, "GoldenEye".