Una semana después de que las proyecciones de los medios dieran como ganador en los comicios de EE.UU. al demócrata Joe Biden, miles de simpatizantes del presidente saliente, Donald Trump, salieron este sábado a las calles de Washington DC para denunciar, sin pruebas, un presunto fraude electoral, jaleados por el propio mandatario, que salió a saludarlos desde su auto.
Han pasado siete días y Trump no ha reconocido aún su derrota en las elecciones del 3 de noviembre, al tiempo que no ha parado de repetir que hubo un supuesto fraude en los comicios, sin aportar una sola prueba.
Y parece que este mensaje ha calado entre sus seguidores, de los que muchos llevaban hoy pancartas que decían "no roben las elecciones".
Desde primera hora de la mañana, ríos de partidarios de Trump inundaron las calles que desembocaban en la Freedom Plaza, junto a la Casa Blanca, con gorras y camisetas de su campaña electoral con el lema "Make America Great Again" (Haz EE.UU. grande de nuevo").
Poco después de las 10.00 hora local (16.00 hora de Euskadi), el auto de Trump apareció por la Avenida de Pensilvania, junto a Freedom Plaza, desde donde saludó a los cientos de manifestantes que estaban concentrados en ese momento en lugar, donde la marcha comenzó poco después del mediodía.
El presidente saliente sonrió y saludó desde su vehículo a sus seguidores.