El Gobierno estadounidense revocó este mes los visados de mil ciudadanos chinos por motivos de seguridad nacional, informó este lunes la conservadora Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense (FAIR).
Según el grupo, que defiende la reducción de la inmigración y es muy próxima a la Administración del presidente Donald Trump, la decisión del Departamento de Estado de revocar estas visas responde a los esfuerzos del Gobierno para frenar el espionaje chino a través del sistema de visados para estudiantes y de inmigración.
La acción, según FAIR, afecta a estudiantes graduados e investigadores chinos que estudian en Estados Unidos y que se sospecha puedan tener vínculos con las Fuerzas Armadas de China y pudieran robar el producto de las investigaciones en que trabajan.
"El espionaje chino se ha convertido en una amenaza cada vez mayor para la seguridad nacional de la nación", dijo la entidad conservadora en un comunicado.
Agregó que "muchos estudiantes tienen vínculos directos con las Fuerzas Armadas chinas y con el gobernante Partido Comunista y son enviados a adquirir conocimientos de las operaciones tecnológicas, militares y cibernéticas de los EE. UU."
Según las cifras de FAIR, unos 370.000 ciudadanos chinos cursan estudios en los Estados Unidos con visas de estudiantes, lo que representa más de un tercio de los 1,1 millones de este tipo de permisos concedidos para el año escolar 2018-2019.
A finales de julio, la policía federal (FBI) lanzó una investigación a nivel nacional dirigida a los chinos titulares de visados de estudiantes de quienes se sospechaba que tenían vínculos con las Fuerzas Armadas de China y que los habían ocultado.
En medio de esa investigación, el presidente Trump forzó a China a cerrar su consulado en Houston (Texas), que según el Gobierno funcionaba como un centro de espionaje, dentro de un patrón de espionaje y robo de propiedad intelectual por parte del Gobierno chino.
Esa fue una de las acciones más agresivas tomadas contra China desde que EE.UU. estableció relaciones diplomáticas con ese país en 1979, y responde a la política de enfrentamiento adoptada por el Gobierno de Trump tanto en el área política como comercial.
Ya en mayo, según FAIR, el Departamento de Estado revocó las visas de unos 3.000 estudiantes chinos, una cifra sin precedentes, por motivos de seguridad nacional.
Trump, que opta a la reelección en las elecciones de noviembre, ha culpado repetidamente a China de la pandemia del coronavirus, de ser injusta en la relación comercial bilateral y del robo de propiedad intelectual y tecnológica, una rivalidad en cuyo trasfondo subyacente una pugna por la hegemonía.