Berlín - Un avión de las fuerzas aéreas alemanas con 128 personas a bordo, 102 de ellas alemanas, y procedente de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus, aterrizó ayer en el aeropuerto de Fráncfort. Por razones de seguridad, siete de los repatriados fueron aislados ya en el avión, pues a pesar de que a su partida no presentaban síntomas, durante el vuelo dijeron tener dolor de cabeza o malestar, informó el semanario Spiegel en su edición digital.
Los evacuados deben pasar de nuevo un exhaustivo examen médico en un pabellón deportivo en Fráncfort habilitado y se les realizará la prueba pertinente para detectar si están contagiados. Aquellas personas que no den positivo serán trasladadas al cuartel de las fuerzas armadas en Germersheim (oeste), donde serán puestos en cuarentena los catorce días considerados periodo de incubación y serán atendidos por 27 voluntarios de la Cruz Roja. En caso de haber contagiados entre los repatriados, éstos serán trasladados de inmediato a la clínica universitaria de Fráncfort. Además de los 102 alemanes, en el avión viajaban otras 26 personas, familiares de los repatriados y entre los cuales se encuentran ciudadanos de China, Rumanía y EEUU.
Retraso El aterrizaje en Fráncfort se produjo con algo de retraso ya que el avión tuvo que ser desviado a Helsinki después de que las autoridades rusas revocaran el permiso de hacer escala en Moscú para repostar y realizar un cambio de la tripulación por “falta de recursos en tierra”.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, agradeció a su homólogo chino, Wang Yi, que China facilitara el vuelo de evacuación de Wuhan, al tiempo que ofreció ayuda adicional para combatir la pandemia, según un comunicado.
Alemania confirmó anoche el séptimo caso de contagio de coronavirus, el de un trabajador de la fábrica de componentes para automóviles Webasto con la que se vinculan los casos anteriores detectados. El origen de los contagios es una colega china que viajó a Baviera para impartir un curso en la empresa alemana. - Efe