Beirut - Una tensa calma reinaba en la zona fronteriza del norte de Siria en el segundo día de la tregua alcanzada el jueves entre Ankara y Washington que, sin embargo, seguía sin llegar a Ras al Ain, donde se vivieron combates entre los kurdos y los rebeldes proturcos en su intento de avanzar para dominar territorio.

Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos, señalaron que las tropas turcas trataron de progresar con blindados y tanques en Ras al Ain, uno de los primeros objetivos de Ankara cuando lanzó su ofensiva el pasado día 9.

En estos “duros enfrentamientos” en las afueras de esta ciudad fronteriza, los rebeldes sirios contrarios al Gobierno del presidente Bachar al Asad trataron de tomar Zirgan, aunque las FSD repelieron el ataque causando la muerte de un civil y 12 milicianos kurdosirios.

La ciudad de Ras al Ain marca uno de los límites de la denominada zona de seguridad que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer hasta Tal Abiad, en la que aspira reasentar a dos millones de refugiados sirios. En el resto de esa franja fronteriza no se registraron combates ni lanzamiento de artillería turca, según el parte de las FSD.

Las fuerzas kurdas lanzaron un llamamiento a Estados Unidos para que presione a Turquía y abriera un corredor humanitario para permita evacuar a las víctimas civiles que se encuentran atrapadas en Ras al Ain, prácticamente asediada. Tras días de bloqueo por los rebeldes proturcos que controlan casi todos los accesos a Ras al Ain, un convoy pudo entrar ayer al único hospital de esa población y evacuar a una treintena de heridos que se encontraban en el centro sanitario, donde no queda material sanitario, según aseguró el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Además, la agencia estatal siria, SANA, informó de que la planta de agua de Alouk, en Ras al Ain -que suministra agua a casi medio millón de personas en la región- vuelve a funcionar tras más de una semana fuera de servicio por un bombardeo.

El portavoz de Unicef para Siria, Salam al Janabi, confirmó a Efe que la estación “está funcionando por ahora” después de que la Media Luna Roja Siria y equipos técnicos “pudieran llegar a la estación y entregar 16.000 litros de combustible que Unicef tenía listos para los generadores”. No obstante “llevará algunas horas más que el agua llegue por completo a la ciudad”, agregó.

Por otro lado, el comandante general de las FSD, Mazlum Abdi, señaló en un comunicado que EEUU tiene la responsabilidad de “obligar a Turquía a implementar el alto el fuego”. “A pesar de la comunicación constante con el lado estadounidense y la promesa hecha por ellos para resolver este problema, no ha habido ningún progreso tangible en este sentido”, agregó.

ataques Tanto Turquía como las autoridades kurdosirias se lanzaban ayer acusaciones mutuas por no respetar el alto el fuego, que tiene una duración de 120 horas, desde las 22.00 hora local (19.00 GMT) del pasado jueves. Desde esa hora, las autoridades kurdosirias han cifrado en 17 los civiles muertos y en 24 los heridos por los ataques turcos hasta este sábado, mientras que “un gran número se encuentra debajo de los escombros”, apuntó el Centro de Coordinación y Operaciones Militares de las FSD en su cuenta de Twitter. La fuente elevó el número de decesos desde que Erdogan dio luz verde a la ofensiva a “más de 235”, entre ellos 22 niños, así como 677 sufrieron heridas.