Akçakale - La invasión turca del norte de Siria cumplió ayer su primera semana con el factor añadido del despliegue de las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, con apoyo de los rusos, y las milicias kurdosirias resistiendo la embestida, en medio de combates que la ONU ha llamado a detener. El enviado de Nciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, realizó ayer su primera visita al país desde el inicio de la ofensiva lanzada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En Damasco el representante noruego se reunió con el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, e insistió en la necesidad de detener los combates “inmediatamente”, establecer un cese de las hostilidades y optar por una solución política para atajar la “crisis” en el noreste.
Tras llegar esta semana a un acuerdo con los kurdos, las tropas de Al Asad y su aliada Rusia han ido avanzando y ya se encuentran en los alrededores de la ciudad de Kobane, indicó Mervan Qamishlo, un portavoz militar de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kudos.
acuerdo militar Las tropas sirias y sus aliadas rusas entraron ayer a la estratégica ciudad de Kobane, en la frontera con Turquía, después de llegar a un acuerdo militar con los kurdos y la retirada de las unidades estadounidenses, informó una fuente militar kurda. Kino Gabriel, portavoz militar de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos, confirmó que las tropas sirias y rusas han entrado a la ciudad de Ayn al Arab (Kobane en kurdo). Kobane fue la primera ciudad en el norte de Siria que cayó en manos de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en 2014, aunque fueron derrotados tras una cruenta ofensiva en enero de 2015 por los kurdos y la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Erdogan manifestó esta semana su intención de tomar la estratégica Kobane, una ciudad que entraría dentro de la denominada zona de seguridad que el presidente turco quiere establecer con el fin de reasentar a dos millones de sirios que se han refugiado en Turquía desde el inicio de la guerra, en 2011. Ayer matizó sus palabras afirmando que “solo” hacen operaciones en los alrededores. - Efe