Washington - El presidente estadounidense, Donald Trump, aumentó ayer la tensión con Irán con el anuncio de más sanciones contra la República Islámica, después de que el Gobierno de Hasán Rohaní advirtiera sobre una respuesta “aplastante” a cualquier eventual agresión de Washington por los recientes ataques con drones contra la petrolera saudí Aramco. “Acabo de instruir al secretario de Tesoro que incremente sustancialmente las sanciones contra el país de Irán”, afirmó el mandatario en Twitter.
Trump no dio de inmediato más detalles sobre las sanciones adicionales y el Departamento del Tesoro tampoco precisó el alcance y objetivo de esas medidas. El mandatario impuso ya una amplia gama de sanciones económicas a Irán después de retirar a EEUU el año pasado del acuerdo nuclear que Teherán firmó con potencias mundiales en 2015.
A pesar de incrementar la presión con su acción de ayer, Trump aseguraba que prefiere no ir a la guerra con Irán, un conflicto que quiere evitar a toda costa, aunque advertía de que EEUU está “mejor preparado”.
En las últimas semanas, en la Casa Blanca se había sugerido que podría darse una reunión entre Trump y Rohaní a finales de este mes, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Sin embargo, Trump dijo el martes que prefiere no reunirse con Rohaní, después de los ataques del pasado sábado contra varias refinerías de petróleo de Arabia Saudí, de los que Irán es sospechoso. “Nunca descarté nada, pero prefiero no reunirme con él”, declaró Trump a los periodistas en el avión presidencial Air Force 1 durante un viaje a California.
Además, la Agencia de Noticias oficial de la República Islámica informó ayer de que un equipo iraní de seguridad no ha podido viajar a Nueva York para prepararse para la Asamblea General de la ONU porque EEUU no había otorgado visas a sus miembros. Como resultado, la agencia apuntó que Rohaní y su delegación podrían no asistir a la reunión de líderes mundiales, que se desarrolla desde el próximo martes hasta el lunes siguiente.
El anuncio del mandatario de más sanciones llegó poco después de que el Ejecutivo iraní avisara ayer a EEUU de que dará una respuesta “aplastante e inmediata” a cualquier eventual agresión de represalia por los recientes ataques con drones contra la petrolera saudí Aramco.
Una carta entregada en la embajada suiza de Teherán, encargada de los intereses estadounidenses en el país persa al no existir relaciones diplomáticas con EEUU, precisó que el alcance de la respuesta “no se limitará al origen de la amenaza”.
“La reacción de Irán será aplastante y completa”, según apuntó el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Shamjaní, quien advirtió asimismo de que Irán está “preparado para sorprender a los agresores”.
La amenaza de Teherán coincide con la visita del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, a Arabia Saudí para coordinar una respuesta a los citados ataques, de los que Washington responsabilizó a Teherán, que negó por su parte la autoría de los mismos. De hecho, las autoridades de Arabia Saudí aseguraron ayer que el ataque a la petrolera saudí Aramco fue “incuestionablemente patrocinado” por Irán.
Siete misiles y 18 drones El portavoz de la coalición militar liderada por Arabia Saudí, Turki al Malki, aseguró que los ataques contra las instalaciones petrolíferas de Aramco fueron efectuados con 18 drones y 7 misiles de crucero iraníes.
En la ciudad de Yeda (Arabia Saudí), Pompeo se reunía ayer con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán. Ambos conversaron sobre los recientes ataques a las refinerías saudíes y “coordinarán esfuerzos para contrarrestar” la agresión en la región, indicó el Departamento de Estado.
Posteriormente, Pompeo se desplazó a los Emiratos Árabes Unidos, el socio más destacado de Arabia Saudí en el conflicto del Yemen, donde tenía previsto reunirse con el príncipe heredero del emirato de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed al Nahyan.
Coalición naval. Arabia Saudí anunció ayer que se ha unido a la coalición naval que Estados Unidos intenta impulsar en el golfo Pérsico para supervisar la seguridad en el estrecho de Ormuz después de los ataques del sábado contra plantas de la petrolera estatal saudí Aramco. Arabia Saudí se une a esta alianza internacional con el fin de “proteger a los buques mercantes a través de la navegación segura para garantizar la libertad de navegación marítima y el comercio internacional”. Además de “proteger a los países miembros de la alianza para mejorar la seguridad de los buques que pasan por los corredores” marítimos con el objetivo de “disuadir y contrarrestar las amenazas a la navegación y garantizar la seguridad energética global y flujo continuo de suministros de energía”.
Esta área de operaciones de la coalición naval abarca el estrecho de Ormuz, Bab al Mandeb, el mar de Omán y el golfo Pérsico.
La decisión de Riad se produce en un momento en el que el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, visita Arabia Saudí.