Bangkok - La vietnamita responsable de la muerte de Kim Jong-nam, hermano de líder norcoreano, Kim Jong-un, en 2017 en Kuala Lumpur fue condenada ayer a tres años y cuatro meses de cárcel tras un acuerdo con la fiscalía, por el que podría ser liberada en mayo. Sonriente, pero todavía esposada, Doan Thi Huong bajó las escaleras de los juzgados escoltada por la Policía al grito de “estoy feliz” y mientras agradecía la cobertura del proceso a los periodistas que aguardaban frente al tribunal.
La vietnamita, cuya condena concluye en junio de 2020, podría salir en libertad a principios de mayo si el Departamento de Prisiones acepta una reducción de un tercio de la condena por buen comportamiento, reveló el abogado a los medios. Huong tenía previsto aportar ayer su testimonio ante el juez tras varios retrasos en el inicio del turno de la defensa, pero antes de iniciar la jornada la fiscalía propuso rebajar los cargos de asesinato premeditado -penado con la muerte- a un delito de causar daño voluntario con un arma peligrosa -castigado con hasta 10 años de prisión-. Después de un breve receso para que los abogados de Huong y la acusada consideraran la oferta, la vietnamita se declaró culpable frente al magistrado, informó la Fiscalía. Huong asaltó a Kim, junto con la indonesia Siti Aisyah, en la terminal de salidas del aeropuerto de la capital malasia el 13 de febrero de 2017 y le frotó el rostro con un potente neurotóxico que se cobró en minutos la vida del norcoreano. Las dos mujeres se declararon inocentes tras su detención y aseguraron que creían que participaban en una broma para un programa de televisión cuando restregaron a la víctima con una sustancia que ellas creían inofensiva, y que en realidad se trataba del agente nervioso VX, considerado por la ONU como arma de destrucción masiva. A diferencia de la indonesia, Huong aparece claramente en las imágenes del asalto a Kim y fue captada por las cámaras de seguridad lavándose las manos instantes después en los lavabos, lo que fue utilizado como prueba de que sabía de la toxicidad. - Efe