El Departamento de Defensa de Estados Unidos presentó su recomendación para la creación de una nueva rama de las Fuerzas Armadas cuya misión será garantizar el “dominio” estadounidense en el espacio, una medida que aún debe contar con el visto bueno del Congreso.

En el documento de 15 páginas enviado al Capitolio, el Pentágono detalla las medidas a seguir para establecer la llamada Fuerza Espacial, que de convertirse en una realidad sería la sexta rama de las Fuerzas Armadas de EEUU, al mismo nivel que los Ejércitos de Aire y Tierra, la Armada, la Infantería de Marina y la Guardia Costera.

El objetivo de la Casa Blanca, que ya ha solicitado al Congreso que destine un total de 8.000 millones de dólares a lo largo de los próximos años para sacar adelante el proyecto, es que estas nuevas tropas estén operativas en 2020. Para ello, la propuesta contempla, en primer lugar, la creación del Comando del Espacio, que será en última instancia el aparato responsable de este nuevo Ejército.

A continuación, aboga por el comienzo de las tareas de formación de soldados “de carrera”, procedentes de las otras ramas del Ejército y que serán “entrenados, promocionados y mantenidos como profesionales de la guerra espacial”, explica el documento enviado al Capitolio.

Además, el Pentágono recomienda la creación de una Agencia Espacial, cuya función será trabajar en la investigación e innovación necesarias para poder llevar a cabo la misión de defender los intereses estadounidenses en el espacio.

Por último, sugiere la creación de un cargo civil específico, el subsecretario de Defensa para el Espacio, cuya función será la de coordinar los tiempos y los objetivos inherentes a la creación de la Fuerza Espacial.

“Ha llegado el momento de establecer una Fuerza Espacial. Este documento establece los pasos exactos a tomar para crearla”, declaró el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, durante la presentación del documento en un acto en la sede del Departamento de Defensa.

Pence justificó la medida en el hecho de que “lo que un día era un lugar pacífico y sin competencia, hoy se ha convertido en uno concurrido y reñido”, y no dudó en nombrar a los cuatro principales adversarios del país en este ámbito: China, Rusia, Corea del Norte e Irán.

El vicepresidente citó como ejemplo la destrucción por parte de China de uno de sus propios satélites con un misil lanzado desde la Tierra en 2007 o los actuales esfuerzos del Kremlin para desarrollar un láser capaz de inutilizar aparatos en la estratosfera.

En este sentido, el político respetó el guión marcado por el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando, al ordenar la creación de este nuevo Ejército el pasado 18 de junio, señaló a Pekín y Moscú como los principales rivales a batir en este nuevo campo de batalla.

necesidad A pesar de la controversia surgida sobre la creación de una nueva rama de las Fuerzas Armadas, debido a que numerosas voces consideran que supondrá una nueva traba burocrática para llevar a cabo una misión de la que ya se encarga el Ejército del Aire, Pence defendió encarecidamente su necesidad. “Otras Administraciones descuidaron la seguridad en el espacio, pero el presidente Trump ha dejado claro que es un escenario tan importante como lo puedan ser la tierra, el aire o el mar. Debemos prepararnos para este nuevo campo de batalla”, dijo Pence.

Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, destacó la importancia que tiene hoy en día el espacio para la defensa de “intereses vitales” del país. “El espacio se está convirtiendo en un dominio reñido y tenemos que adaptarnos a esta situación. Tenemos que prepararnos para mantener nuestra capacidad de disuasión”, sostuvo el secretario.

Cabe señalar que la capacidad satelital del país es una de las claves de su defensa, por lo que no es de extrañar que Pence se mostrara tajante al concluir: “Debemos mantener el dominio estadounidense en el espacio y lo haremos”.