Dubái -uno de los 7 emiratos federados en los Emiratos Árabes Unidos- es el más emprendedor e inquieto de todos los Estados petromusulmanes, aunque a veces su valentía empresarial le haga dar algún que otro traspié estrambótico? Especialmente cuando se trata de camellos y dromedarios.

El último ha sido el lanzamiento al mercado del chocolate con leche de camélido, un chocolate de sabor realmente peculiar (la leche de camella tiene un claro resabor salado), bombones en forma de camello y que se vende al alto precio de 7,50 euros los 70 gramos, con el nombre de al Nasma, que en árabe significa brisa.

Si hasta aquí parece una historia de marketing en pos de la clientela snob, en realidad al Nasma es la consecuencia lógica de la iniciativa tomada por el Gobierno dubaití en 2005 de crear una granja de camellas. Ello se hizo en parte por nostalgia histórica (al fin y al cabo, el emirato está en la costa oriental de la península arábica) y en parte por especulación dietética : la carne -y también la leche- de camella tiene muy poca grasa y colesterol. La instalación ganadera es modélica, el rebaño impresionante (5.500 animales) y cada día se ordeñan 8.000 litros de leche.

El único punto flaco del negocio es que el mercado no se ha interesado demasiado por estos productos. Y de ahí que se acogiera con entusiasmo la propuestas de tres occidentales expertos en la fabricación de chocolates clásicos de fabricar en Dubái uno con leche de camellas dubaitíes.

Era evidente que iba a ser un producto caro -el polvo de leche de camella cuesta 20 veces más que el de vaca y el 25% del contenido de al Nasma lo constituye la leche de camella-, pero también eran evidentes dos cosas más. Una, que con el crecimiento y enriquecimiento rápido de la población del mundo industrial lo del peculiar sabor del nuevo chocolate no iba a ser un gran obstáculo.

La otra, y más importante, es que los 15 millones de turistas que visitan cada año Dubái disponen de una oferta muy restringida de suvenires típicos que llevarse a casa. Y esta razón turística de los promotores del peculiar chocolate (además de cacao, leche de camella y vainilla, contiene miel y pistachos) ha sido tan fuerte que no sólo ha conseguido situarse al Nasma como la décima golosina más vendida en las tiendas del aeropuerto de Dubái, sino que también se vende regularmente en todo el Pacífico desde Australia hasta los EEUU, sino que las ventas por Internet están creciendo vertiginosamente en mercados hasta ahora cerrados al chocolate, como China. Y, naturalmente, el cazador obseso de cosas insólitas puede dar con bombones y tabletas al Nasma en las tiendas de lujo de algunas grandes urbes europeas? Y, como todo, por correo electrónico