Bruselas - El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, aseguró ayer que la propuesta de los dirigentes de Alemania y Francia sobre la reforma de la eurozona presentada este martes supone “una etapa política crucial” para lograr un pacto. “El acuerdo cerrado entre el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, representa una etapa política crucial hacia un acuerdo”, declaró el político galo en una rueda de prensa donde se repasaron los avances para reforzar la Unión Económica y Monetaria, una de las cuestiones que se abordará en la cumbre europea de la próxima semana.

En ese contexto, tras la reunión mantenida este martes, Angela Merkel y Emmanuel Macron presentaron durante la cumbre bilateral en Alemania su plan de “futuro” para la eurozona, que incluye una versión rebajada de la demanda realizada por París de un presupuesto común para el euro y la propuesta berlinesa para dotar de más “músculo” al fondo de rescate.

Moscovici reconoció que un acuerdo entre Berlín y París “no es suficiente” para un pacto final en toda la Unión Europea, si bien admitió que una reforma semejante es “impensable” sin el entendimiento francoalemán.

“Estabilización y convergencia” “Me alegro de que Francia y Alemania estén de acuerdo sobre la necesidad de un presupuesto para la eurozona consagrado a la estabilización y la convergencia”, dijo el exministro francés, convencido de que es “un gran avance”. El comisario reiteró su convencimiento de que no se puede “tomar el riesgo” de una área del euro a dos velocidades porque es “económicamente absurda y políticamente peligrosa”.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, también se mostró “cautelosamente optimista” y precisó que las últimas iniciativas franco-alemanas “contribuyen a ese optimismo”. En concreto, dio la bienvenida al apoyo de Merkel y Macron al cortafuegos para el Fondo Único de Resolución bancaria europeo y confío en que, “dado el amplio apoyo político” de otros Estados miembros, se podrán tomar “decisiones concretas estos meses”. “Eso haría al segundo pilar de la Unión Bancaria, el Mecanismo Único de Resolución, incluso más creíble y, por tanto, reduciría la probabilidad de una crisis bancaria”, comentó.

El ‘Fondo monetario europeo’ El ex primer ministro letón insistió en que el cortafuegos debe estar disponible antes de 2024 y que debe proporcionarlo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (el MEDE, el fondo de rescate de la eurozona) una vez que se transforme en el Fondo Monetario Europeo.

Consideró “esencial” que ese cortafuegos pueda funcionar en los limitados plazos que exigen las resoluciones bancarias, las cuales pueden tener lugar durante un fin de semana o incluso en la madrugada, como sucedió hace un año con el Banco Popular.

En cualquier caso, también instó a tener en cuenta “la rendición de cuentas democrática” de ese instrumento que, según dijo, debería disponer de en torno a 60.000 millones de euros.

Sobre la reducción de riesgos, precisó que los bancos son ahora “más fuertes” y están “mejor capitalizados”, para después agregar que la disminución de los créditos fallidos en los balances de las entidades “se está acelerando”.

De hecho, citó los datos publicados por el Banco Central Europeo el martes, donde se reflejaba que la proporción de esos préstamos que acumulan más de 90 días de impago o se consideran irrecuperables sobre el conjunto de la cartera crediticia se sitúa por debajo del 4% “por primera vez desde la crisis”.

En cuanto al Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), asumió que el proyecto podría llevar más tiempo de lo esperado.