Washington - El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó ayer al exdirector del FBI James Comey de ser “un probado soplón y mentiroso”, y señaló que debería ser “procesado” por la justicia, un día después de que éste comparase la mandatario con un jefe de la “mafia”. “James Comey es un probado Soplón y Mentiroso. Virtualmente todo el mundo en Washington pensaba que debía ser despedido por el trabajo horrible que hizo hasta que, de hecho, fue despedido”, dijo Trump en Twitter, su red social favorita. “Filtró información Clasificada, por lo que debería ser procesado. Mintió al Congreso bajo juramento”, remarcó el mandatario. Trump también calificó a Comey como un “débil y despreciable embustero”. “Fue un gran honor despedir a James Comey”, aseguró.
Algunos medios estadounidenses adelantaron ayer jueves extractos del libro de memorias de Comey, titulado A higher loyalty (Una lealtad superior), un guiño evidente a la “lealtad” que el exdirector del FBI asegura que Trump le exigió antes de despedirle hace casi un año después de que él eludiera responderle. “El círculo silencioso de asentimiento. El jefe en completo control. Los juramentos de lealtad. La concepción del mundo del nosotros contra ellos. La mentira sobre todas las cosas, grandes y pequeñas, al servicio de algún código de lealtad que pone a la organización por encima de la moralidad y de la verdad”, escribe Comey sobre Trump en sus memorias. Todo ello, asegura Comey, le trasladó al pasado, a su “carrera como fiscal contra la mafia” en la ciudad de Nueva York.
Con prostitutas en Moscú En A higher loyalty, Comey también relata una obsesión del presidente con un polémico informe no verificado de un espía británico, en el que se recogía que en 2013 Trump contrató a varias prostitutas rusas en Moscú para protagonizar una extraña escena. Según ese documento, Trump ordenó a las prostitutas que orinaran en el colchón de la misma suite presidencial del Hotel Ritz Carlton en la que se habían hospedado el entonces presidente, Barack Obama, y la primera dama, Michelle, durante una visita a Moscú.
El exdirector del FBI asegura en sus memorias que Trump le habló sobre este episodio de las prostitutas, al que se refería como “la cosa de la lluvia dorada” en al menos cuatro ocasiones a lo largo de los poco más de cuatro meses en los que coincidieron.
Trump, según Comey, “negó las acusaciones, preguntando -de forma retórica, asumo- si le parecía ese tipo de hombre que necesita contratar a prostitutas”.
También le pidió que el FBI investigara el asunto para demostrar que era falso, ya que “le preocupaba que hubiese ‘incluso un 1% de posibilidades’ de que su mujer, Melania, pensase que era cierto”. Sin embargo, en la última de las conversaciones, Trump le habría preguntado qué podía hacer para “disipar la nube” de un escándalo que estaba siendo “muy doloroso” para su esposa.
Su despido, en mayo de 2017, fue muy polémico porque el ahora exdirector del FBI estaba liderando la investigación sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones a la Casa Blanca que ganó Trump y los posibles nexos entre la campaña del magnate y el Kremlin para perjudicar a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Tras dejar el cargo, Comey dijo que había tomado notas de todas las conversaciones mantenidas con el presidente. - Efe