Bruselas - El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, aseguró ayer que no es posible un periodo de transición de duración indeterminada para el Reino Unido tras su salida del club comunitario, prevista para el 29 de marzo de 2019. “Proponemos, lógicamente, que (la transición) termine el 31 de diciembre de 2020, al mismo tiempo que el marco financiero plurianual. El Reino Unido desea, nos parece, mantener abierta esta duración, lo cual no es posible”, afirmó Barnier tras participar en un consejo de Asuntos Generales con representantes de los 27 países que seguirán en la UE tras la marcha de los británicos.
Los Estados miembros, con la excepción del Reino Unido, aprobaron el pasado 29 de enero las directrices que fijan su posición para negociar el periodo transitorio, ya pactadas por los jefes de Estado y de Gobierno en una cumbre el 15 de diciembre. Durante la transición seguirían aplicándose en el Reino Unido todas las leyes comunitarias ya en vigor como si fuese aún un país miembro, así como aquellos cambios en este acervo que sean aprobados por la Unión durante esos dos años, desde marzo de 2019 hasta diciembre de 2020. Sin embargo, un documento oficial sobre la posición negociadora de Londres ante Bruselas divulgado por los medios el pasado 21 de febrero sugiere que el periodo transitorio “debería estar determinado sencillamente por el tiempo que requerirá preparar e implementar los nuevos procesos y sistemas que apuntalarán la futura relación”. Así, Barnier asumió este martes que perduran “divergencias importantes” entre las dos partes sobre el concepto de transición, sus condiciones o dimensión.
Diferencias En ese sentido, reiteró que el Reino Unido quiere aplicar un tratamiento diferente sobre los derechos de los ciudadanos que lleguen antes de la salida de la Unión Europea y quienes entren en el país durante la transición, y precisó que también persisten diferencias sobre “la aplicación dinámica” del conjunto normativo vigente en la UE. “Evidentemente, todo el mundo respeta las mismas reglas y no podemos aceptar, en lo que nos concierne, el riesgo de divergencias reglamentarias durante la duración de esta transición”, indicó, para a continuación recalcar que existen divergencias, además, sobre la posibilidad de que Londres se siga beneficiando de las nuevas políticas comunitarias en materia de Justicia e Interior.
Igualmente, hizo referencia a los desencuentros sobre los acuerdos internacionales y los mecanismos de consulta en la transición relativos a la pesca o la Política Exterior y de Defensa. Por todo ello, Barnier declaró, como ya hizo al concluir la última ronda de negociación entre los Veintisiete y el Reino Unido, que la transición “no se puede dar por hecha”. - Efe