Shangai - El Partido Comunista Chino (PCCh) quiere perpetuar al actual presidente del país, Xi Jinping, con la eliminación en la Constitución del límite de dos mandatos consecutivos, una propuesta que se votará en marzo. El Comité del PCCh propuso ayer que se elimine de la Constitución la frase en la que se afirma que el presidente y el vicepresidente “no servirán más de dos mandatos consecutivos”, por lo que Xi podría ser elegido por tercera vez en el próximo Congreso, en el 2022.
Los expertos ya habían vaticinado que llegaría a esta situación ya que el partido no ha encumbrado a una figura relativamente joven que pudiera aparecer como relevo a medio plazo. Los dos anteriores presidentes dejaron el cargo tras diez años repartidos en dos mandatos: Jiang Zemin (1993-2003) y Hu Jintao (2003-2013).
La propuesta consolida aún más si cabe a Xi, quien en 2016 fue declarado figura “núcleo” del PCCh y que en el congreso del pasado octubre logró de forma incontestable un segundo mandato de cinco años al frente del país más poblado del mundo (más de 1.300 millones de habitantes) y la segunda economía global.
La reforma constitucional se discutirá a partir de este lunes en un pleno de tres días de duración, pero no se presentará a los legisladores para que la voten hasta el próximo mes de marzo, cuando tendrá lugar la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (Legislativo). El Comité propuso además otros cambios menores en la Carta Magna y volvió a insistir en lo ya acordado hace un mes, la inclusión en la Constitución del pensamiento político de Xi sobre “el socialismo con características chinas en una nueva era”.
Si esta propuesta se aprueba, las ideas de Xi se situarían en el mismo nivel que las de históricas figuras del partido como Mao Zedong y Deng Xiaoping. En un texto publicado ayer por la agencia oficial Xinhua se destaca que las ideas de Xi refrendan una sociedad en la que los chinos “seguirán adheridos a la dictadura democrática popular y al camino socialista” mientras “perseverarán en la reforma y apertura al mundo exterior, mejorarán constantemente las instituciones socialistas y desarrollarán la economía de mercado socialista”.
El enaltecimiento de la figura de Xi fue el principal resultado del Congreso del PCCh celebrado en octubre, en el que no se debatió la extensión del mandato presidencial pero se intuyó que el gigante asiático caminaba en esa dirección. Según señalan numerosos expertos, Xi comenzó a construir un culto a la personalidad casi desde el primer día de su mandato y desde entonces se ha convertido en “el presiente de todo” al acumular la dirección de organismos en los que el jefe del Estado no figuraba y llevar a cabo una campaña en la prensa oficial que rememora el culto a la personalidad de otras épocas.
Retiro a los 68 Reglas no escritas del régimen establecen que los líderes deben retirarse a los 68 años y en el último Congreso todos los que superaban esa edad fueron apartados, pero Xi, de 64 años, superará esa barrera dentro de cinco. En su discurso de ayer, el mandatario chino insistió en la importancia de la Carta Magna y dijo que “ninguna organización o individuo tiene el privilegio de sobrepasar la Constitución o la ley”. Apuntó también que China debería hacer pleno uso de la Constitución para modernizar el sistema y la capacidad de gobierno chino y fortalecer la capacidad de gobernanza a largo plazo del Partido. La República Popular de China promulgó su primera Constitución en 1954. En 1982 se aprobó la actual, pero enmendada cuatro veces.