Beirut - Las Fuerzas Armadas turcas no tomaron “al parecer” las precauciones necesarias para evitar víctimas civiles en tres ataques llevados a cabo en el noroeste de Siria a finales de enero, en los que murieron 26 civiles, denunció ayer la organización Human Rights Watch (HRW).

Turquía inició una ofensiva el pasado 20 de enero en la región de Afrín, administrada por la formación política kurda el Partido de la Unión Democrática (PYD, en sus siglas en kurdo), recordó la ONG en un comunicado. Ese enclave tiene una población de unas 323.000 personas, de las que 125.0000 son desplazados originarios de otras áreas de Siria, de acuerdo a datos de la ONU.

HRW ha investigado los ataques turcos ocurridos en Afrín los pasados 21, 27 y 28 de enero y ha entrevistado a testigos y analizado fotografías e imágenes por satélite.

En esos ataques fallecieron 26 civiles, entre los que había dos familias de desplazados y 17 menores. “Parece que civiles vulnerables afrontan el desplazamiento y la muerte debido a la forma en la que Turquía está llevando la ofensiva”, dijo la subdirectora para Oriente Medio de HRW, Lama Fakih.

Destacó que “Turquía está obligada a tomar todas las precauciones posibles para evitar dañar o matar a civiles, y ayudarles si quieren huir de la violencia”. La ONG indicó que si las Fuerzas Armadas turcas no detectaron la presencia de decenas de civiles en los lugares atacados esos días le suscita preocupación la manera en que Turquía verifica si hay civiles en las proximidades de sus blancos y si toma medidas para minimizar las bajas entre estos. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 112 civiles han fallecido desde el inicio de la ofensiva militar turca en Afrín. - Efe