Dublín - El Gobierno irlandés pidió ayer al Reino Unido que deje de hablar de “líneas rojas” y afronte la siguiente fase de negociación sobre su salida de la UE de una manera “racional” y “calmada”. El viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney, planteó ayer la necesidad de que el Ejecutivo británico que lidera Theresa May no se deje llevar por el “discurso duro” que plantean algunos sectores de su propio gabinete, lo que ha creado tensiones internas y le impide, de momento, consensuar los aspectos clave de las futuras conversaciones con Bruselas.
Coveney, ministro también de Asuntos Exteriores, afirmó que el Reino Unido debe tener en cuenta los beneficios que obtendrá si opta por seguir dentro del mercado único y la unión aduanera tras el Brexit. No obstante, advirtió de que a Londres se le “agota el tiempo” para tomar una decisión sobre qué tipo de relación quiere tener con el bloque comunitario tras su divorcio definitivo, previsto para marzo del próximo año. “En nuestra opinión, lo mejor es que el Reino Unido indique que desea ser parte de un mercado único y unión aduanera extendida, lo que le permitiría mantener el acceso al mercado más grande y exitoso del mundo, un mercado que el genio británico ha ayudado a construir”, dijo Coveney en una conferencia de empresarios de la República de Irlanda y el territorio británico de Irlanda del Norte.
Por desgracia, lamentó el tanáiste (viceprimer ministro irlandés), el Gobierno de May parece que no está dispuesto a establecer “este tipo de relación” con la UE. “Confío en que en las próximas semanas dejarán de lado previas líneas roja y discursos duros para dar paso a un debate calmado y racional. - Efe