Londres - El director general de la BBC, Tony Hall, resaltó ayer en el Parlamento británico su “compromiso absoluto” con la igualdad de género en la cadena, después de que la excorresponsal de China Carrie Gracie dimitiera tras conocer las diferencias salariales con sus colegas masculinos. Hall y Gracie comparecieron ayer frente al llamado comité parlamentario de Digital, Cultura, Medios de Comunicación y Deportes a raíz de la fuerte polémica surgida en torno a las diferencias salariales detectadas en el Reino Unido, con especial énfasis en el esquema laboral de la corporación pública.

Ese debate fue avivado por la periodista, de 55 años, que abandonó el pasado mes su cargo al frente de la delegación en China, donde trabajó durante cuatro años, al enterarse de la disparidad de sueldos entre hombres y mujeres de la cadena. En una acalorada intervención, Gracie denunció ayer la situación de “desigualdad” en los sueldos asignados por la BBC en base al género y lamentó que la corporación no esté “contando la verdad”.

Contar la verdad sin miedo La reportera recordó que esa cadena “vive o muere en base a su reputación a la hora de contar la verdad sin miedo” y la instó a abogar por un sistema de “transparencia total en los salarios” y ser un “ejemplo” para otras empresas. “No producimos pasta de dientes ni neumáticos en la BBC. Nuestro negocio es la verdad. No podemos operar sin la verdad”, dijo. Opinó que la actual situación de brecha salarial “daña la reputación” del canal de “manera inaceptable” y remarcó que su caso es “tan solo un ejemplo más de un problema más amplio”.

“Yo tenía un cargo de responsabilidad y quería que mantuviera ese puesto... Si la BBC no puede resolver mi situación, ¿cómo pueden resolver las de otras personas más vulnerables que no tienen un perfil público?”, se preguntó. En su intervención, en la que se mostró muy crítica con la dirección de la corporación, consideró que, si la BBC no es capaz de “analizarse con honestidad”, no puede confiar en generar confianza a la hora de informar. - Efe