Viena - Una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria terminó ayer en Viena sin avances, con posiciones claramente enfrentadas y con la ONU insistiendo en su preocupación por la falta de acuerdo político mientras continúa la crisis humanitaria causada por la guerra civil.
De Mistura se ha reunido las últimas 48 horas varias veces por separado con la oposición y representantes del régimen sirio en una ronda de contactos, la novena, que tenía como misión debatir sobre la redacción de una nueva Constitución. Ya antes de que De Mistura hiciera su balance final de las negociaciones, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal coalición política de la oposición, había anunciado que no participará en una reunión convocada por Rusia la semana que viene en la ciudad de Sochi para buscar soluciones a la crisis.
La CSN ya había advertido antes de comenzar la reunión de Viena que su participación en Sochi dependería de si en la capital austríaca veía un compromiso del régimen para acabar con una guerra que se prolonga desde hace siete años y que ha causado unos 400.000 muertos y obligado a huir a millones de personas. El propio De Mistura indicó que la decisión de si la ONU acepta la invitación rusa de participar debe aún ser tomada por el secretario general de la organización, Antonio Guterres. De Mistura recordó que en el camino de redactar una nueva Constitución se debe asegurar que queden representados la variada composición religiosa y étnica de Siria. “Es vital acabar con la violencia y restaurar el pleno respeto a la soberanía, la integridad territorial, la unidad y la independencia, y las legítimas aspiraciones del pueblo sirio, a través de un proceso liderado por los sirios y facilitado por la ONU”, afirmó.
El Gobierno sirio, por su parte, terminó su participación en la reunión de Viena con un duro ataque a EEUU, Reino Unido, Francia, Jordania y Arabia Saudí, por haber elaborado un documento de trabajo sobre Siria que el régimen considera inaceptable. - Efe