Estambul - Las Fuerzas Armadas turcas lanzaron ayer una operación contra el cantón kurdo de Afrin, situado en el extremo noroeste de Siria, efectuando bombardeos desde el aire y enviando al terreno avanzadillas de milicianos sirios aliados. La operación, denominada Rama de olivo, tiene el objetivo de “garantizar la estabilidad y seguridad fronteriza”, señala un comunicado del Estado Mayor turco. Desde hace días, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había anunciado una intervención militar en Afrin para acabar con la milicia kurda que domina este cantón sirio, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG). Turquía considera a este grupo y su brazo político PYD un grupo terrorista por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía. La operación lanzada ahora pretende “neutralizar a los miembros de las organizaciones terroristas Dáesh (Estado Islámico) y PKK/KCK/PYD-YPG y salvar al pueblo hermano y amigo de esta región de la opresión que éstos ejercen”, señala el comunicado castrense. La prensa turca ha destacado lo “curioso” que resulta incluir al Dáesh entre los objetivos, dado que esta milicia yihadista, enemiga acérrima del YPG, no tiene presencia en Afrin.
En su comunicado, el Ejército promete que golpeará únicamente “refugios, posiciones, armas y vehículos de terroristas” y que pondrá el máximo cuidado en no causar daños a civiles. La cadena de televisión turca NTV ha mostrado vuelos de cazas turcos F-16 sobre territorio sirio, del que se levantan columnas de humo supuestamente resultado de los bombardeos efectuados.
Horas antes, la artillería posicionada en las provincias fronterizas turcas de Hatay y Kilis ya había lanzado una decena de obuses contra Afrin, según la agencia semipública turca Anadolu. Erdogan confirmó que la operación “ha comenzado de hecho” y, poco más tarde, el primer ministro turco, Binali Yildirim, confirmó el inicio de las operaciones aéreas sobre Afrin. Al mismo tiempo, milicias sirias aliadas con Turquía, conocidas bajo el nombre de Ejército Libre de Siria (ELS), llegadas desde otras zonas sirias, empezaron una ofensiva terrestre, informó Anadolu. Los milicianos avanzaron en blindados desde la frontera turca, inicialmente sin encontrar resistencia, según la agencia.
sEGUNDO OBJETIVO El presidente turco explicó que tras la operación de Afrin se lanzará otra contra Manbech, una ciudad situada un centenar de kilómetros más al este, en manos del YPG desde 2016. Turquía lleva tiempo expresando su temor de que el YPG pueda avanzar de Manbech a Afrin y así establecer una franja continua bajo dominio kurdo en todo el norte de Siria.
Actualmente, la zona que separa el cantón de Afrin del resto de territorio kurdo está controlada por milicias sirias, opuestas al régimen de Bashar al Asad y respaldadas por las tropas turcas que invadieron esta zona en verano de 2016 en la llamada Operación Éufrates, dirigida contra el Estado Islámico. Erdogan dio a entender que las operaciones contra Afrin y Manbech intentan prevenir que Estados Unidos establezca, con ayuda del YPG, una fuerza militar local en el norte de Siria, como han anunciado altos cargos norteamericanos. “A nuestros ojos, todo lo que se compone de terroristas, llámese cómo se llame, es una organización terrorista. No son guardianes de frontera. ¿A quién queréis engañar? Esta organización se llama PKK”, señaló Erdogan.
Antes de la operación, el jefe del Estado Mayor turco, Hulusi Akar, llamó por teléfono a sus homólogos estadounidense y ruso, explicó Anadolu. - Efe