Moscú - El Kremlin rechazó ayer la “imperialista” doctrina de seguridad nacional aprobada por EEUU, aunque considera que, al señalarle como amenaza, ese documento reconoce de facto el creciente aumento del peso internacional de Rusia. “Con una primera lectura rápida, especialmente aquellas partes de la estrategia que de algún modo se refieren a nuestro país, desde luego se ve el carácter imperialista del documento”, dijo Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.

Moscú considera que Washington tropieza con la misma piedra al insistir en un “mundo unipolar”, cuando el surgimiento de China y de otros centros de poder regionales han creado hace tiempo las condiciones para el advenimiento de “mundo multipolar”.

Entre los países que rechazan ese sistema con un único gendarme internacional -EEUU- figuran no sólo Rusia y China, sino también la India, Brasil y Sudáfrica, todos integrantes del grupo BRICS, foro considerado por algunos como una especie de alternativa al Consejo de Seguridad de la ONU. También critica el hecho de que la estrategia acuñada por el presidente de EEUU, Donald Trump, mencione expresamente a China y a Rusia como principales amenazas. “Evidentemente, no podemos estar de acuerdo con que a nuestro país se le considere una amenaza para la seguridad de EEUU”, agregó Peskov.

Al respecto, el jefe del comité de Defensa del Senado, Víctor Bóndarev, aseguró que ni rusos ni chinos han dado pasos que hayan dañado los intereses norteamericanos “Rusia y China son considerados rivales. Prácticamente nos catalogan como amenaza para la seguridad nacional de EEUU. ¿Qué es lo que ellos consideran amenaza?”, se pregunta.

El presidente del comité de Asuntos Internacionales del Senado, Konstantín Kosachov, cree que el documento es la pataleta de una gran potencia que está perdiendo terreno a marchas forzadas. “El tono del documento no deja lugar a dudas de que a Estados Unidos no le gustan los cambios en el mundo que han ocurrido en los últimos años”, apuntó. En su opinión, EEUU no acepta el statu quo y “tiene la intención de dar marcha atrás, retornar a la reciente versión de pax americana en calidad de un orden mundial supuestamente justo”. “En los tiempos de la Guerra Fría las partes se tenían miedo por los intentos de ambas de alterar el equilibrio cada uno a su favor. Ahora es el mundo al revés: los estadounidenses ven el revisionismo de Rusia en el intento de restablecer el equilibrio que ellos mismos rompieron”, explicó.

Reconoce el liderazgo de Putin Con todo, no todos son críticas, ya que Moscú ve la doctrina de seguridad norteamericana como una constatación de que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha devuelto a Rusia a una posición de liderazgo en la arena internacional. Y no sólo en el espacio postsoviético, es decir, con la anexión de la península ucraniana de Crimea y el reconocimiento de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, sino, especialmente, con la reciente victoria sobre el grupo yihadista Estado Islámico en Siria, proclamada por el propio Putin en el país árabe.

La recuperación rusa tampoco se limita sólo al arreglo de conflictos, sino también al desarrollo económico y al reforzamiento de su capacidad militar, lo que le ha permitido mantener la paridad nuclear con Estados Unidos. “Ser considerado una amenaza en este caso significa el reconocimiento de nuestra fuerza y nuestra supremacía, y no sólo de la paridad”, destacó Bóndarev.

El senador cree que el documento no ve como una amenaza a los que ponen en peligro la “seguridad, integridad y bienestar” de EEUU, sino a aquellos que desafían “su aspiración a la hegemonía mundial”.

Al mismo tiempo, el Kremlin observa “pequeños aspectos positivos”, en referencia a la disposición de EEUU a cooperar con Rusia donde esta cooperación sirva a los intereses estadounidenses. “Esto se corresponde plenamente con nuestro enfoque, expuesto por el presidente”, explicó el portavoz el Kremlin.

Al presentar el lunes su nueva estrategia de seguridad, Trump aseguró que su país se enfrenta a “rivales poderosos” como Rusia y China, con quienes pretende buscar “colaboración”, pero siempre en favor de los intereses de Washington. Para el Gobierno de Trump, EEUU se enfrenta a unos “poderes revisionistas” que intentan poner al mundo en conflicto con los valores estadounidenses, entre los que identifica a China y su papel en el mar del Sur de China; y a Rusia, en los casos de Ucrania y Georgia.

En la doctrina militar acuñada por Putin en 2014 Rusia también señalaba a EEUU y a la OTAN, debido al aumento de su potencial militar y su acercamiento a las fronteras rusas, como las mayores amenazas para su seguridad. Entonces, el Kremlin introdujo el concepto de “contención no nuclear”, que consiste en mantener en el estado de máxima alerta a las fuerzas armadas de Rusia como maniobra disuasoria con el fin de prevenir posibles conflictos. - Efe