Viena - El partido ultraderechista FPÖ ocupará seis de las 14 carteras del nuevo Gobierno austríaco, pactado este fin de semana con el Partido Popular austríaco (ÖVP), entre ellos los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior. El nuevo ministro del Interior, Herbert Kickl, es actualmente secretario general del FPÖ, principal estratega y jefe de campañas electorales en su partido. En esa función ha sido autor de varios de numerosos eslóganes xenófobos e islamófobos usados en el pasado por su partido. Kickl, de 49 años de edad, se ha mostrado en el pasado partidario de restringir el derecho de manifestación, con el argumento de evitar situaciones violentas, especialmente en referencia a protestas de grupos de izquierda o de minorías extranjeras.

El futuro responsable de Interior comenzó su carrera como hombre cercano a Jörg Haider, el fallecido líder del FPÖ que llevó al partido a su primera coalición con el ÖVP en 2000. Cuando Haider abandonó el partido y creó una nueva formación, Kickl se unió a Strache como nuevo jefe del FPÖ y ha sido desde entonces uno de sus más cercanos colaboradores.

Por su parte, Karin Kneissl, de 52 años de edad, será la nueva ministra de Exteriores de Austria. Aunque no milita en el FPÖ, en los últimos tiempos se ha ido acercando a la formación, con la que comparte, por ejemplo, muchos de sus principios de rechazo a la llegada de refugiados. Experta en Oriente Medio -habla árabe y hebreo- pasó parte de su infancia en Jordania, donde su padre trabajaba como piloto del entonces rey Husein.

Durante la crisis de los refugiados de 2015, Kneissl insistió en que el 80% de quienes llegaban a Europa son en realidad “refugiados económicos” y jóvenes que no lograban encontrar esposa al no tener empleo ni vivienda y, por tanto, no alcanzaban “el estatus de hombre en una sociedad tradicional”.

También ha criticado el sionismo, el movimiento político creado a finales del siglo XIX por el intelectual y periodista judío de Viena Theodor Herzl que defiende la creación de un estado para el pueblo judío.

Además, ha mostrado su apoyo a una eventual independencia de Cataluña, comparando la situación de esta nacionalidad española con la de Eslovenia en la antigua Yugoslavia.

Pese a que se la considera europeísta, la nueva ministra no tendrá control sobre la agenda europea, que quedará en manos del ÖVP y del nuevo canciller federal, Sebastian Kurz, con un ministro de la Cancillería (Gernot Blümel) de su total confianza.

Asuntos Sociales y Sanidad Los ultraderechistas controlarán también Asuntos Sociales y Sanidad, Defensa y la cartera de Infraestructuras, ésta última ocupada por el conocido excandidato presidencial, Norbert Hofer. El líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, no será solo vicecanciller sino también ministro de Funcionarios y Deportes. Mientras, el ÖVP controlará en el nuevo ejecutivo la cancillería federal y siete ministerios.

A sus 31 años de edad, el xenófobo líder del PP austriaco Sebastian Kurz, será el jefe de Gobierno más joven de Europa. En el reparto de carteras no ha contado con ninguno de los ministros del Ejecutivo saliente con los socialdemócratas, en el que él era responsable de Exteriores. - Efe