Santiago de Chile - Chile elige al sucesor de Michelle Bachelet. Ayer se celebró la primera vuelta y la segunda está prevista para el próximo 17 de diciembre. La cita electoral, amenazada por la abstención, es vista como un plebiscito sobre el mandato de la presidenta, marcado por las “profundas” reformas como la educativa, laboral y tributaria, además de diversos compromisos adquiridos por Bachelet en su periodo electoral, como la despenalización del aborto en tres casos, los derechos de la diversidad sexual o el reconocimiento a los pueblos indígenas. Las horas bajas que vive la mandataria en cuanto a popularidad -llegó a la presidencia con el 62% de los votos, pero ahora cuenta con el apoyo del 29% de la población- han allanado el terreno al centroderecha y todo parece indicar que Sebastián Piñera volverá en marzo al Palacio de La Moneda.
“Estamos entregando una economía que recupera sus fuerzas”, por lo que “el próximo presiente o presidenta no tendrá excusas para no mantener las bases de un Chile mejor, como beneficio permanente para nuestros compatriotas”, aseveró la mandataria, próxima a culminar su segundo periodo gubernamental, el 11 de marzo de 2018.
Los chilenos acudieron ayer a las urnas para elegir un nuevo presidente, renovar la mayor parte del Congreso y otros cargos en una jornada en la que algunos incidentes aislados no rompieron el ambiente festivo que imperó en un domingo soleado. “Es importante que la gente asista y elija a quién quiera que represente a Chile. Ese es mi llamado, a votar”, apuntó Bachelet tras emitir su voto en Santiago, donde manifestó además su convicción de que la elección presidencial no se resolvería ayer, sino en la segunda vuelta.
El conservador Sebastián Piñera es el favorito de las encuestas para ganar un segundo periodo en La Moneda tras haber gobernado entre 2010 y 2014. Su sede electoral fue ocupada por un grupo de jóvenes de ultraizquierda que posteriormente fueron desalojados y detenidos por la policía. “Piñera no sabe lo que es ser chileno (...), es el símbolo de la corrupción”, declaró Victoria Cárdenas, una de las manifestantes.
A la misma hora, Piñera votaba en la Escuela República de Alemania, en el centro de Santiago, en medio de enfrentamientos verbales entre partidarios y detractores del exgobernante, que se equivocó al doblar el voto y debió ser auxiliado en la tarea por los vocales de la mesa. “Porque conozco a mis compatriotas, sé que van a elegir los caminos correctos, aquellos que llevan a tiempos mejores”, comento después el millonario empresario, que repudió la toma de su sede y los gritos en su contra al señalar que “la democracia tiene que ser una fiesta en la que cada uno pueda expresar su opinión libremente, pero sin violencia. La democracia tiene que estar a favor de algo y no contra algo”. El candidato oficialista, Alejandro Guillier, votó en Antofagasta, al norte del país, donde afirmó que ayer se enfrentan dos proyectos de país, por lo que “que el voto de hoy es un voto histórico” y consideró que la jornada ha sido “limpia, transparente y muy participativa”.
Sistema proporcional Reemplazo del sistema de representación binominal, que históricamente otorgó una sobrerrepresentación a la derecha, por uno de carácter proporcional basado en la llamada ley D’Hondt, voto de los chilenos en el extranjero y elecciones primarias, además de límite de los gastos de campaña y la prohibición de recibir donaciones empresariales, son algunos de los cambios implementados para los comicios de ayer. Este cambio tiene como consecuencia un aumento en el número de legisladores de la Cámara de Diputados (de 120 a 155) y el Senado (de 38 a 50).
Además, las elecciones fueron las terceras con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario, cambios que ya se aplicaron en las generales de 2013 y las municipales de 2016, en las que hubo una abstención del 65%. - DNA/Efe