Seúl - Tras un año de repetidos ensayos de misiles, Corea del Norte lleva dos meses sin lanzar un solo proyectil. Mientras los analistas se preguntan si este silencio abre la puerta al diálogo, un investigador apunta a que el parón podría ser simplemente estacional. Otra posibilidad es que el país ejecute algún tipo de revisiones anuales de sus programas de gasto en el último tramo del año. Además de realizar el sexto ensayo nuclear de su historia, en los primeros nueve meses de 2017 el Ejército norcoreano ejecutó 19 lanzamientos, incluidos los de sus primeros misiles intercontinentales, y parecía encaminado a batir su propio récord armamentístico de 2016, con 24 ensayos balísticos.

Sin embargo, Pyongyang, que en abril y mayo lanzó casi un misil por semana, no ha vuelto a mover ficha desde el pasado 15 de septiembre, cuando disparó un proyectil de alcance medio que sobrevoló Japón.

Entre tanto, el presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó ante la ONU con “destruir totalmente” el país y en su reciente visita a Seúl le recordó al régimen que Washington tiene desplegados en la zona tres de sus diez portaaviones, los cuales acaban de realizar maniobras durante cuatro días frente a aguas norcoreanas. Trump incluso se ha atrevido a llamar al líder norcoreano, Kim Jong-un, “gordo y bajito” en la red social Twitter. Para los analistas todos estos escenarios suponían una clara invitación para que el hermético país respondiera, como lo ha venido haciendo en 2017, con nuevos lanzamientos de misiles. Pero esta vez no ha sido así. - Efe