Londres - La comunidad empresarial de la Unión Europea (UE) pidió ayer a la primera ministra británica, Theresa May, que haga “propuestas concretas” antes de mediados de diciembre para avanzar en la negociación del Brexit con Bruselas. Representantes de varias patronales, entre ellas la CEOE española, encabezados por la asociación comunitaria BusinessEurope, se reunieron con May y varios ministros en la residencia oficial de la jefa del Gobierno conservadora en Downing Street, donde expresaron inquietud por la falta de avances en las conversaciones. “La empresa está extremadamente preocupada por la lentitud de las negociaciones y la falta de progresos, a un mes del decisivo Consejo Europeo” del 14 y 15 de diciembre, en el que la UE decidirá si puede empezar a negociarse el eventual acuerdo comercial, dijo al término de la cita la presidenta de Business Europe, Emma Marcegaglia.

En un comunicado conjunto con la patronal británica CBI, Marcegaglia explicó que, durante la mesa redonda, pidieron a May que haga “propuestas reales y concretas” antes del Consejo Europeo sobre “los tres puntos críticos” que impiden superar la primera fase de las negociaciones: la factura de salida, los derechos de los ciudadanos y la frontera con Irlanda. “Igualmente, la UE deberá evaluar de forma constructiva estas propuestas una vez las haya recibido”, señaló Marcegaglia. Los empresarios también pidieron a May que negocie un acuerdo transitorio con la Unión Europea para después del Brexit o salida británica del bloque comunitario que garantice el statu quo, es decir, la situación actual de acceso al mercado único y la unión aduanera.

Transición “Un periodo de transición que refleje las condiciones actuales es una prioridad a ambos lados del Canal”, declaró la directora general de la CBI, Carolyn Fairbairn.

En declaraciones tras la reunión, el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José Vicente González, explicó que May expresó a su vez el compromiso del Reino Unido de ser “un socio real” y buscar “soluciones equitativas”, pero lamentó que no ofreció “compromisos ciertos” ni “se ha avanzado gran cosa” en cuanto a las peticiones de cara al próximo Consejo. Según el empresario español, la líder conservadora sí dejó claro a los empresarios que hay cuestiones que su Gobierno “no aceptará”, como la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, lo que podría dificultar un acuerdo transitorio en los términos comerciales actuales.

En un comunicado, un portavoz del Gobierno conservador destacó que, durante la reunión, la primera ministra dijo a los empresarios que el Reino Unido quiere “un acuerdo para un comercio libre y sin fricciones” con los Veintisiete y se comprometió a ofrecer “la certidumbre” que necesitan los negocios.

Estuvieron presentes en la cita londinense el ministro para el Brexit, David Davis, que informó a los presentes sobre los avances en las conversaciones con la Comisión Europea (CE), y el titular de Empresa, Greg Clark. El Gobierno de Theresa May fue acusado también ayer de falta de progresos por la oposición laborista, en vísperas de que esta semana se retome en el Parlamento el trámite del proyecto de ley de la Gran Derogación (para la salida), que transpondrá la legislación comunitaria al derecho británico.

Los laboristas planean introducir una enmienda a este proyecto legislativo a fin de que el Reino Unido pueda estar sometido a la jurisdicción del Tribunal de Justicia europeo durante el citado periodo de transición, que tendría un tiempo limitado.

Davis anunció ayer que el Parlamento votará el acuerdo al que llegue el Reino Unido con los 27 socios comunitarios sobre su salida de la Unión Europea (UE) antes de que la ruptura sea efectiva. Davis afirmó en la Cámara de los Comunes que su Gobierno someterá a votación una nueva ley que recogerá los detalles del futuro pacto con Bruselas, incluidas las condiciones de un eventual periodo de transición después del Brexit. “El acuerdo solo se mantendrá si el Parlamento lo aprueba”, afirmó el ministro, que aseguró estar preparado para “trabajar con todos los diputados” con el fin de asegurar una salida de la UE “suave y ordenada”.