Buenos Aires - La política argentina cerró ayer una anómala campaña electoral en la que los partidos decidieron suspender sus actos principales tras la aparición hace dos días de un cuerpo en la misma zona en la que desapareció hace dos meses y medio Santiago Maldonado en una protesta reprimida por la Policía.

Mientras los candidatos a las legislativas de este domingo miden sus apariciones públicas y el impacto del caso, que ya es asunto nacional, la sociedad argentina se encuentra a la espera de conocer si el cadáver pertenece o no al joven Maldonado, un desenlace que depende de una autopsia que comenzará hoy y que difícilmente arrojará resultados antes de la votación. Desde el frente gobernante Cambiemos, que según las encuestas se impondría en unos comicios que renovarán un tercio del Senado y casi la mitad de la Cámara de Diputados, se prefirió adoptar un perfil bajo tras una campaña centrada en pedir respeto a la justicia y no dar por sentada la responsabilidad de la Gendarmería.

Las únicas declaraciones que salieron de la Casa Rosada fueron las del ministro de Justicia, Germán Garavano, que tras reunirse con el presidente, Mauricio Macri, afirmó que este “sigue con preocupación” las novedades de la investigación de este caso. Tampoco se manifestó públicamente Esteban Bullrich, el candidato gobernante a senador por la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país. - Efe