erbil - Las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí parecen decididas a celebrar el referéndum de independencia, a pesar del rechazo frontal de Bagdad, los países vecinos y las potencias occidentales, que temen que provoque una nueva sacudida en la maltrecha región.

El 7 de junio, tras una reunión del presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, con representantes de 15 de los 17 partidos políticos que se encuentran en el Gobierno y Parlamento autónomo, se decidió la convocatoria de un referéndum de independencia.

Aunque el ‘si’ a la respuesta de la consulta sea, lo más probable, la opción mayoritaria, el resultado del referendo no significará que el Kurdistán adquiera la independencia de manera inmediata, como ha remarcado en varias ocasiones el propio Barzani, sino que con el porcentaje obtenido a favor, el Gobierno kurdo espera poder negociar con Bagdad para su futura separación de Irak.

Sin embargo, las principales instituciones iraquíes han rechazado esta consulta de autodeterminación, desde el Parlamento iraquí, hasta el Tribunal Supremo que ha ordenado la suspensión de la convocatoria; en consonancia con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien ha pedido su cancelación.

5,5 millones de personas La región del Kurdistán iraquí, donde unas 5,5 millones de personas están llamadas a las urnas, cuenta con una autonomía desde 1991 tras la primera Guerra del Golfo, después de que Estados Unidos estableciese una zona de exclusión aérea en el norte del país. Sin embargo, su eventual paso hacia la independencia inquieta a las potencias occidentales, que han llamado al líder kurdo en diferentes reuniones en las últimas semanas a posponer esta consulta, cuya celebración estaba prevista para 2014, aunque la irrupción del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak la aplazó.

EEUU, que lidera la coalición internacional que lucha contra el EI en Irak y Siria y que ha apoyado a las tropas kurdas peshmerga en esta lucha, ha reiterado a los dirigentes kurdos que la consulta “distrae de los esfuerzos por derrotar al EI y estabilizar las zonas liberadas”. El Gobierno español se ha pronunciado también al respecto y aseveró que el referendo exacerbaría las divisiones en el país. -Efe