México - La cifra de muertos por el terremoto registrado el martes pasado en el centro de México se eleva ya a 286, informó ayer el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente. En una actualización del balance preliminar de fallecidos en el seísmo de magnitud 7,1 en la escala de Richter, Puente precisó que los fallecidos en Ciudad de México han pasado de 137 a 148. Además, se registraron 73 muertos en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el estado de México, 6 en Guerrero y 1 en Oaxaca. Según cifras oficiales, hay también más de cien desaparecidos por el seísmo.
El Gobierno mexicano dijo ayer a la población que las tareas de búsqueda no van a parar hasta lograr la localización y rescate de las personas que quedan entre los escombros, ante los rumores que señalaban que se estaban suspendiendo esas labores e introduciendo maquinaria pesada en algunos inmuebles.
Equipos de Chile, Colombia, España, Israel y Japón, entre otros países, han llegado a México para sumarse a las tareas de búsqueda de supervivientes. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, explicó que, una vez pasada la fase de emergencia, se procederá a levantar un censo “casa por casa” de los daños provocados por el seísmo. Las autoridades de la Ciudad de México, donde han muerto al menos 137 personas, calculan que todavía hay unas 50 atrapadas en inmuebles destruidos por el terremoto, informó ayer el jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera. “Las expectativas de encontrar personas en estos edificios serían de alrededor de 50 personas. Este es un cálculo que se ha hecho derivado de lo que se ha encontrado”, declaró en una rueda de prensa.
En la capital de México, la zona más castigada por el movimiento telúrico, han sido rescatadas con vida 60 personas. El gobierno de la capital mexicana, donde 38 edificios se vinieron abajo, calcula que hará unos 2.900 dictámenes de inmuebles para determinar si las viviendas están o no en condiciones de ser habitadas. Mancera dijo no tener cifras exactas del número de personas que han tenido que abandonar sus casas, pero en los 44 albergues dispuestos por la Secretaría de Desarrollo Social están pernoctando 2.500 personas. El alcalde reconoció que otras personas están en casa de familiares o allegados.
Sobre los posibles robos en inmuebles dañados y desalojados, Mancera aseguró que están siendo vigilados por las fuerzas de seguridad.
El terremoto tuvo lugar el mismo día, pero 32 años después, del terremoto de 1985 que dejó unos 20.000 muertos en la capital. También ocurrió doce días después del seísmo de 8,2 grados, el más potente registrado en el país desde 1932, que causó 98 muertos en el sur de México.
Desde el epicentro de la tragedia el panorama es desolador. San Juan Pilcaya, en el estado mexicano de Puebla, es el poblado más cercano al punto de origen del terremoto que sacudió el martes el centro del país y “ha quedado en ruinas”.
Las viviendas de esta pequeña localidad de menos de mil habitantes no soportaron la sacudida, tampoco lo hizo la iglesia, la presidencia municipal ni el resto de inmuebles.
El 85 % de las estructuras de esta comunidad ubicada en la región de la mixteca de Puebla, a unos 189 kilómetros de la capital estatal, presenta daños estructurales. “Fue algo muy horrible, el piso se movía y se movía, pensábamos que nunca iba a parar”, señala Ema Cardoso Miranda mientras observa cómo una grúa saca de su casa el escombro junto con todas sus pertenencias hechas añicos. El temblor le tocó mientras hacía la comida. Por suerte, tuvo tiempo de desalojar la casa y desde el patio vio como ésta se venía abajo. “Fue algo espantoso, nunca en mi vida había sentido un temblor tan fuerte”, señaló. El piso se levantaba más de medio metro y se volvía a poner en su lugar, empezamos a gritar, a arrodillarnos y pedirle a Dios ayuda”, dice aún conmocionada. Ahora Emma vive con su familia en el patio de su casa. Un somier, una mesa y contados artículos personales es lo único que le queda a esta familia. - Efe