Berlín - La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) culpó ayer a la política de puertas abierta de la canciller, Angela Merkel, durante la crisis de los refugiados de un supuesto aumento de la criminalidad en el país. A seis días de las elecciones generales, en las que podría acabar como tercera fuerza más votada, AfD propuso expulsar a los extranjeros condenados, acabar con minaretes y cátedras de islam y rebajar la edad penal a los 12 años de edad, sobre la base de unos datos de criminalidad que no coinciden con la estadística oficial.

“La seguridad interna ha sido erosionada como consecuencia directa de la política de las fronteras abiertas”, aseguró la candidata a la Cancillería de AfD, Alice Weidel.

A su juicio, la “aceleración de la actual espiral de violencia” criminal está directamente ligada al aumento de “peticionarios de asilo sospechosos de cometer delitos”.

Sin embargo, según el Informe de estadísticas de criminalidad 2016 presentado en abril, la cifra total de delitos del año pasado se mantuvo relativamente estable en los 6,37 millones de casos, gracias a que la caída del número de robos y fraudes compensó el aumento de las agresiones sexuales y las de carácter político.

El otro candidato a la Cancillería de los ultraderechistas, Alexander Gauland, aseguró por su parte que “el islam no es conciliable con el Estado de derecho” porque esta religión no aprueba la separación Iglesia-Estado, y argumentó que es un error tratar de diferenciar islam y el islamismo.

Por eso, agregó, AfD propone un registro de las asociaciones que gestionan mezquitas, la prohibición de la financiación extranjera de mezquitas, la eliminación de los minaretes, el veto de los imanes extranjeros y la retirada de las cátedras de esta religión en las universidades alemanas. - Efe