Houston - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó ayer a Texas, en su segundo viaje al Estado en menos de una semana, para visitar las zonas afectadas por el devastador huracán Harvey, evaluar los daños y comprobar la marcha de las labores de rescate y recuperación.
Acompañado de la primera dama, Melania Trump, asesores y algunos miembros de su gabinete, el presidente arribó a Houston, la ciudad más afectada por las inundaciones causadas por Harvey, un poco antes de las 11.30 hora local (16.30 GMT).
Houston continúa anegada una semana después del impacto de Harvey, cuyas inundaciones, las mayores en la historia de Estados Unidos, han dejado más de 30.000 evacuados y casi 50 muertos, además de una inmensa devastación en la costa del estado de Texas.
“Nos veremos pronto. ¡Estados Unidos está con ustedes!”, dijo Trump en su cuenta de la red social Twitter a los afectados por Harvey antes de salir de Washington.
Además, el mandatario dedicó su mensaje semanal a las víctimas y afectados por el huracán, a quienes reiteró el apoyo del Gobierno en el largo proceso de recuperación: “Estamos con ustedes en cada paso del camino. Les ayudaremos a recuperarse. Les ayudaremos a reconstruir. Les apoyaremos hoy, mañana y siempre”.
En su primera visita a Texas el pasado martes, Trump fue criticado por ensalzar a la multitud que se congregó para verlo y saludarlo en lugar de hablar de las víctimas del huracán y expresar la empatía y compasión que suelen marcar este tipo de visitas presidenciales a zonas devastadas.
En ese contexto, el Gobierno de Estados Unidos pidió ayer al Congreso la aprobación de 7.850 millones de dólares para los damnificados de las inundaciones provocadas por el ciclón Harvey, las mayores en la historia del país.
La solicitud, dirigida por carta al presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, la hizo el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.
Mulvaney pidió 7.400 millones para un fondo para desastres de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) y otros 450 millones de dólares para financiar créditos para la Administración de Pequeñas Empresas (SBA). En un comunicado, Mulvaney dijo que “esta petición es un pago inicial del compromiso del presidente de ayudar a los estados afectados a recuperarse de la tormenta”, al anticipar nuevas solicitudes en el futuro. El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que ese Estado sureño necesitará unos 125.000 millones de dólares para recuperarse de Harvey.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, informó el jueves de que unos 311.000 damnificados ya habían pedido ayuda económica al Gobierno. Las inundaciones provocadas por Harvey en Texas, las mayores en la historia de Estados Unidos, han dejado una inmensa devastación en la costa del estado.
Por su parte, el Departamento de Defensa de EEUU reconoció ayer haber cometido un error de cálculo al informar este jueves del envío de 6.300 militares a Houston (Texas) para participar en tareas de emergencia y rescate por el huracán Harvey, cuando en realidad las soldados desplazados fueron 1.638. Según explicaron fuentes del Pentágono, la confusión se debió a la presencia tanto de militares como de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) en la zona afectada por el huracán.
Debido a un error en las hojas de cálculo, el Comando Norte informó ayer sobre el envío de 6.300 militares, cuando el total de tropas desplegadas en Texas fue aproximadamente cuatro veces inferior. “En una acción de respuesta rápida como esta, algunas personas han sido doblemente contabilizadas en las hojas de cálculo”, reconoció ayer el teniente coronel Jamie Davis, portavoz del Pentágono, al canal CNN.
El ejército contra los saqueos La presencia de las Fuerzas Armadas se ha vuelto imprescindible tanto para tareas de rescate como para garantizar la seguridad en una ciudad que ha registrado numerosos saqueos en los últimos días, lo que llevó a su alcalde, Sylvester Turner, a imponer el toque de queda durante la madrugada del pasado martes.
En total son aproximadamente 13.000 los militares, entre miembros en activo y de la reserva, los que están tomando parte en el operativo. Tras varios días anegada por la intensa lluvia, las autoridades Houston apenas están comenzando las labores de recuperación de las zonas afectadas, muchas de las cuales siguen aún sumergidas bajo las aguas. Turner aseguró que la urbe está “comenzando a entrar en la fase de recuperación”.
Mientras, en el mar Irma se mantienecomo un “poderoso huracán” mientras avanza sobre el Atlántico con rumbo al Caribe, con vientos máximos sostenidos de 110 millas por hora (175 km/h), informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU.
En su boletín matutino, el NHC indicó que Irma, el cuarto huracán de la temporada ciclónica en la cuenca atlántica, se encuentra a 2.120 kilómetros (1.320 millas) al este de las islas de Sotavento (Antillas Menores). El ciclón prosigue su desplazamiento hacia el oeste con una velocidad de traslación de 14 millas por hora (20 km/h) y, según un probable patrón de trayectoria, en los siguientes días aplicará un giro con dirección oeste-suroeste.
Irma fluctúa de intensidad, saltando de categoría 2 (como está ahora) a categoría 3, y viceversa, en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5, pero se espera que se mantenga como “un poderoso huracán” a lo largo del fin de semana, agregaron los meteorólogos del NHC, con sede en Miami.
En cuanto a tormenta tropical Lidia, que ya ha dejado cuatro muertos en México, continúa su recorrido por la península de Baja California con potencial de lluvias intensas, por lo que se mantiene la alerta roja en el noroeste del país. El fenómeno se ubica a 80 kilómetros al este de Punta Eugenia, Baja California Sur, y a 115 kilómetros al sur de San José de las Palomas, Baja California, y se desplaza hacia el noroeste a 19 kilómetros por hora, indicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). - Efe