Seúl - Corea del Norte amenazó ayer con llevar a cabo una “acción justa y contundente” si EEUU prosigue con su actual política militar y de endurecimiento de sanciones como castigo al misil balístico intercontinental (ICBM) lanzado el viernes por el régimen de Pyongyang. El Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano emitió un comunicado a través de la agencia estatal de noticias KCNA en el que defiende el lanzamiento del viernes como una demostración de su capacidad militar.
“Si Estados Unidos insiste en sus aventuras militares contra nosotros y en sus planes de sanciones superintensivas responderemos con una acción contundente y justa como ya hemos declarado anteriormente”, dijo un portavoz de la Cancillería citado en el texto. “Los movimientos a la desesperada de los imperialistas norteamericanos sólo redoblarán la voluntad del ejército y el pueblo coreanos para acelerar el refuerzo de las capacidades defensivas”, añade el comunicado.
Por su parte, EEUU desplegó ayer bombarderos estratégicos B-1B en torno a la península coreana en respuesta al lanzamiento del ICBM del viernes. “Esta misión es una respuesta directa al lanzamiento provocativo de misiles balísticos por parte de Corea del Norte”, explicó en un comunicado la Séptima Fuerza Aérea estadounidense. “Corea del Norte sigue siendo la amenaza más acuciante para la estabilidad regional”, afirmó en el texto el general Terrence J. O’Shaughnessy, comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico. “La diplomacia sigue estando al frente. Sin embargo, tenemos una responsabilidad con nuestros aliados y nuestra nación a la hora de mostrar nuestro compromiso inquebrantable y de prever el peor de los escenarios”, añadió O’Shaughnessy.
El militar advirtió que las tropas están listas para responder de manera “rápida, letal y abrumadora en el momento y lugar elegido”, si fuera necesario. Además, los responsables de la diplomacia estadounidense dijeron que buscarán un endurecimiento de las sanciones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU y también a nivel unilateral como castigo por el ensayo balístico.
No es la primera vez que el Pentágono decide desplegar estos aviones para hacer maniobras con sus aliados en respuesta ante lo que considera actos de provocación norcoreana. Ya los envió a las inmediaciones de la península coreana tras el misil intercontinental (ICBM) que lanzó el pasado 4 de julio el régimen de Kim Jong-un y a finales de mayo después de que Pyongyang disparase un proyectil de corto alcance.
El misil El misil disparado el viernes por Pyongyang, el segundo ICBM que prueba con éxito en su historia Corea del Norte, voló 998 kilómetros durante unos 47 minutos y alcanzó una altitud máxima de 3.724,9 kilómetros antes de caer en el Mar de Japón (llamado Mar del Este en las dos Coreas). Corea del Norte consideró un éxito la prueba y aseguró que puede alcanzar cualquier parte de Estados Unidos con este arma.
Sin embargo, los expertos dudan que Pyongyang pueda equipar aún cabezas nucleares en los misiles o lograr que éstos efectúen correctamente la reentrada en la atmósfera (algo indispensable para golpear con precisión un objetivo). Las continuas pruebas de armas de Pyongyang -la del viernes fue la decimocuarta en lo que va de año- han elevado la tensión en la península coreana y endurecido la retórica de la Administración Trump, que ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos contra Corea del Norte. - Efe