Washington - El nominado para ser el futuro director del FBI, Christopher Wray, garantizó ayer la independencia de la oficina que dirigirá, así como su “lealtad” a la Constitución estadounidense, y su compromiso para colaborar con la investigación sobre el caso ruso que lidera el fiscal especial Robert Mueller.

Tras el despido fulminante de su predecesor, James Comey, por el presidente Donald Trump, y las explosivas declaraciones juradas ante el Congreso en las que el exdirector del FBI detalló cómo el mandatario le pidió que “dejara estar” las pesquisas sobre la injerencia del Kremlin en los comicios presidenciales, Wray fue fuertemente cuestionado ayer sobre su futura imparcialidad. Los miembros del Comité Judicial del Senado estadounidense, encargados de liderar su primera audiencia de confirmación para el cargo, reiteraron al aspirante la necesidad de que su agencia sea independiente de las presiones del ejecutivo, ante lo que Wray fue tajante. “Nunca permitiré que el trabajo del FBI sea conducido por algo más que los hechos, la ley y la búsqueda imparcial de la justicia. Punto”, dijo Wray ante los senadores en referencia a la polémica suscitada por el presidente Donald Trump, quien pidió “lealtad” al último director del FBI, James Comey, a quien luego despidió. “Mi lealtad es a la Constitución y al imperio de la ley y seguiré respondiendo ante ellos”, dijo.

Wray, de 50 años, encabezó la división criminal del Departamento de Justicia de 2003 a 2005, durante el mandato del entonces George W. Bush y Comey número dos de la Agencia. - Efe