Seúl - Corea del Norte anunció ayer a través de su televisión estatal que ha lanzado por primera vez con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM), en lo que supondría un enorme avance en el programa armamentístico del régimen de Kim Jong-un. El Ejército norcoreano disparó el proyectil en torno a las 9.40 hora surcoreana (0.40 GMT), desde la base aérea de Panghyon, en la provincia de Pyongan del Norte, revelaron las autoridades de Seúl y Tokio.
Horas después, el anuncio leído en la cadena KCTV por la locutora encargada de dar las noticias más importantes para el régimen, Ri Chun-hee, en su habitual tono grandilocuente, indicó que se trata de un ICBM bautizado Hwasong-14 que alcanzó una altura máxima de 2.802 kilómetros y recorrió 933 kilómetros en 39 minutos. “La República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) se ha convertido en un imponente poder nuclear con el más poderoso de los ICBM capaz de golpear cualquier parte del mundo”, dijo la presentadora. De ser cierto, el ensayo supondría un importante avance para el programa armamentístico norcoreano que, como recordó a principios de año el líder Kim Jong-un, pretende desarrollar misiles ICBM (proyectiles que pueden recorrer más de 5.500 kilómetros) capaces de equipar bombas nucleares y alcanzar territorio estadounidense. Aparentemente, los datos sobre la altitud y la distancia recorrida por el misil concuerdan con los obtenidos por la inteligencia militar estadounidense, surcoreana y japonesa.
El Comando del Pacífico Estadounidense (PACOM), sin embargo, creyó en un principio que se trataba de un misil de alcance intermedio (IRBM), aquellos capaces de recorrer entre 3.000 y 5.500 kilómetros, pero horas después confirmó, como otros expertos, que los datos de vuelo se podrían corresponder con los de un ICBM capaz de recorrer en torno a unos 6.000 kilómetros, lo que pondría a tiro para Corea del Norte el estado de Alaska, aunque no otros puntos más poblados de Estados Unidos.
En todo caso, las cifras nuevamente ponen de relieve los importantes avances que está logrando el régimen de Kim Jong-un en el terreno armamentístico. La altura alcanzada ayer por el proyectil sería la mayor lograda por un misil norcoreano sin contar los hitos marcados por sus cohetes espaciales Unha-3 y Kwangmyongsong, que emplean tecnología propia de un ICBM y con los que Pyongyang puso en órbita distintos satélites.
“¿No tiene nada mejor que hacer?” A los mensajes de condena de los jefes de Gobierno de Corea del Sur y Japón se sumó el presidente estadounidense, Donald Trump, con un mensaje en la red social Twitter que, como es habitual, resulta complicado analizar. “¿No tiene este tipo nada mejor que hacer con su vida? Difícil creer que Corea del Sur y Japón vayan a aguantar mucho más. Quizá China haga un movimiento de peso en Corea del Norte y ponga fin a este sinsentido para siempre”, escribió Trump.
Pekín, lo más parecido a un aliado que tiene Corea del Norte, también se mostró contrario al lanzamiento y pidió al régimen de los Kim que detenga las acciones que supongan una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Urgimos a Corea del Norte que detenga esas acciones... y cree las condiciones necesarias para la reanudación de las conversaciones” diplomáticas sobre la pacificación y desnuclearización de la península coreana, afirmó un portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Geng Shuang, en rueda de prensa.
Los repetidos test de armas del régimen de Kim Jong-un en los últimos meses han incrementado la tensión en la región y endurecido la retórica de Washington, que ha insinuado la posibilidad de llevar a cabo ataques preventivos contra Corea del Norte.