Brasilia - El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo ayer ser víctima de una “infamia” y arremetió duramente contra el fiscal general, Rodrigo Janot, quien la víspera presentó una denuncia contra él por supuesto delito de corrupción pasiva. Arropado por ministros y parlamentarios, Temer volvió a aferrarse al poder y aseguró que tiene una “preocupación mínima” con la denuncia, la cual consideró “una pieza de ficción” sin “fundamentos jurídicos”.

“No permitiré que me acusen de crímenes que jamás cometí”, aseguró Temer en una declaración pública en el palacio de Planalto, sede del Ejecutivo en Brasilia. Temer pidió pruebas concretas al fiscal general, a quien, irónicamente, acusó de “reinventar el Código Penal para incluir una nueva categoría, como la denuncia por hilación, que supone un precedente peligrosísimo en el derecho”. Janot apoyó su denuncia en las confesiones de directivos del grupo empresarial JBS, que involucran a Temer en diversas y graves irregularidades.

En la denuncia, Janot afirma que, “entre los meses de marzo y abril” de este año, “con voluntad libre y consciente”, Temer “recibió para si, por medio de (el exasesor) Rodrigo Rocha Loures”, ya preso por presunta corrupción, “la ventaja indebida de 500.000 reales” (unos 150.000 dólares).

Ese montante habría sido ofertado por Joesley Batista, uno de los dueños de la multinacional cárnica JBS, a quien Temer volvió a calificar de delincuente.

“Inexistencia de pruebas” Temer, en su primer pronunciamiento tras la denuncia, rebatió los argumentos del fiscal general, resaltó la “inexistencia de pruebas” y declaró que ha sido víctima de un “ataque injurioso, indigno e infame” a su dignidad personal.

Por su parte, la Fiscalía respondió en un comunicado posterior que la denuncia “es pública y está basada en hartos elementos de prueba (...) que no dejan dudas sobre la materialidad y autoría del delito de corrupción pasiva”. “Nadie está por encima de la ley o fuera de su alcance”, apuntó el organismo.

Temer, que dijo hablar “en nombre de la institución de la presidencia” y en defensa de su “dignidad personal”, y concluyó en tono de advertencia: “No permitiré que me acusen de crímenes que jamás cometí. No cederé frente a ataques irresponsables. No me falta coraje para seguir trabajando en la reconstrucción del país”. “Quieren parar al país, quieren parar al Congreso. Atacan a la presidencia de la República”, proclamó. - Efe