WASHINGTON. La propuesta de reforma sanitaria que considera el Senado solo tendría una leve diferencia con respecto a los resultados de la versión debatida por la Cámara de Representantes, que iba a dejar a 23 millones de estadounidenses sin cobertura médica.
El informe del CBO, una agencia oficial independiente que realiza estimaciones de proyectos de ley en el Congreso, también considera que la reforma sanitaria republicana reducirá el déficit en 321.000 millones de dólares hasta 2026, más de los 119.000 millones de la versión de la cámara baja.
La caída de asegurados en comparación con la ley actual, diseñada por el anterior presidente, Barack Obama, y aprobada en 2010 por el Congreso, se debe esencialmente a una bajada de los beneficiados por los seguros públicos del Medicaid, sistema que atiende a los más desfavorecidos, y Medicare, el destinado a los jubilados.
Las enmiendas presentadas por el Senado al proyecto aprobado por la cámara baja penaliza a aquellos que no tengan seguro obligándoles a esperar sin cobertura durante seis meses antes de volver a tener cobertura, incentivando la entrada de personas en el sistema privado de atención de la salud antes de que enfermen.
Esta medida tiene como objetivo acabar con la obligación de contratar un seguro médico privado so pena de multa, como sucede ahora con la reforma aprobada por Obama, que tenía como intención bajar los precios de las coberturas al ampliar el número de asegurados.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, está siendo presionado para que retrase el voto de la iniciativa en la cámara alta, que se espera esta semana, hasta que haya más datos sobre el impacto de la nueva legislación.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo hoy en rueda de prensa que el informe del CBO debería ser visto como "una gran señal de Stop" que aumentará el coste médico de las familias y reducirá las coberturas.
El informe del CBO de hoy es un varapalo para aquellos que apoyan la reforma, incluido el presidente, Donald Trump, ya que no ayudaría a que los republicanos indecisos se sumen a la iniciativa, que no cuenta con un solo apoyo demócrata.
Los republicanos, no obstante, controlan tanto la Cámara de Representantes como el Senado, por lo que en principio podrían aprobar la ley, criticada por médicos, pacientes e incluso por las aseguradoras, si se llega al consenso dentro del partido.