Londres - El atentado en Mánchester provocó ayer que la campaña electoral fuese suspendida indefinidamente, mientras la primera ministra, Theresa May, tildaba el ataque de terrorista de “monstruoso” y acto de “cobardía asquerosa”, no en vano es uno de los peores experimentados en la historia británica. Para la dirigente conservadora, pese a que habrá días difíciles por delante, “el espíritu de Reino Unido nunca se romperá, los terroristas nunca ganarán y nuestro estilo de vida siempre prevalecerá”, confirmó a las puertas de Downing Street antes de poner rumbo a Mánchester, para visitar el lugar de lo sucedido y visitar a los heridos por la explosión. En un giro brusco sobre la jornada de campaña electoral planeada, la dirigente tory no tuvo miedo en condenar como “todos los actos de terrorismo son ataques cobardes contra personas inocentes, pero este ataque se destaca por su cobardía espantosa y enfermiza, dirigiéndose deliberadamente a jóvenes inocentes e indefensos”, apuntó.

Hasta nuevo aviso, los actos de campaña para las elecciones generales que están fijadas el próximo 8 de junio han sido suspendidos. El líder laborista, Jeremy Corbyn, apuntó a que el país “no debe permitir que esta violencia nos divida”, haciendo una condena total y sin reservas este acto de violencia espantoso”. Elogiando a los servicios de emergencias que estaban ayudando a la gente durante este “tiempo terrible y traumático”, el líder laborista apuntó a que el país debe unirse y “no permitir que esta violencia les divida o les impida llevar una vida decente y normal”.

El atentado terrorista ha tenido lugar cuando los conservadores veían peligrar su amplia ventaja sobre los laboristas, pasando de veinte puntos a nueve como consecuencia del polémico “impuesto sobre la demencia”, por el cual cambiarán el acceso a la asistencia social de los ciudadanos británicos y su propiedad será utilizada como financiación hasta una cifra de 100.000 libras. El mensaje de la líder conservadora ofreciendo un “liderazgo fuerte y estable” tendría un gran calado social tras el ataque terrorista en Mánchester. Si bien la líder tory lo usa para la negociación del Brexit, estas palabras se podrían ver extrapoladas a materia de seguridad y estabilidad del país. Ahí entra también en juego su insistencia en recortar la cifra de inmigración, que muchos unen a mayores controles de pasaportes y visados que los actuales.

Tim Oliver, profesor de la London School of Economics especializado en política británica, reconoce en una entrevista a La Voz que es pronto para predecir consecuencias del ataque en los comicios programados para el 8 de junio y como dependerá en gran medida de si hubo fallos en los servicios de seguridad y otros factores. Oliver también apunta como importante a tener en cuenta las actitudes hacia la inmigración y las preocupaciones sobre la seguridad que surgieron de ella, jugando un papel muy importante en el voto del referendo del año pasado que se materializo en la victoria del Brexit. Sin embargo, el efecto de ataques como éstos en las elecciones “está lejos de ser claro”. Así, cita como el asesinato de la diputada laborista y gran defensora de la permanencia en el bloque común, Jo Cox, justo antes del referendo de la UE no parece que hiciese mucha diferencia en el resultado final. Si el ataque fuera para impulsar un sentimiento más radical hacia la inmigración y la seguridad, entonces es más probable que beneficie a los conservadores que a los laboristas, donde Corbyn “puede parecer más liberal en el tema de la inmigración y la seguridad que May”, añade el académico.

Polémica Con esta pausa de la campaña electoral la gran beneficiada podría ser la primera ministra en funciones, Theresa May. De hecho, la candidata laborista Debbie Hicks dijo que el ataque terrorista de Manchester ha venido “en un momento maravilloso para May”, provocando una gran indignación y viéndose obligada a disculparse tras publicar estas “insensibles observaciones”, tal y como publicó el tabloide Daily Mail en su web. El candidato laborista David Drew por la circunscripción de Stroud se distanció inmediatamente de las mencionadas observaciones. “Fueron hechas a título personal y de ninguna manera representan mi punto de vista ni el del partido laborista, ya sea a nivel nacional o local”, remató. Mientras, el columnista Dan Hodges, del periódico Mail on Sunday, se preguntaba “¿Quieren los perpetradores de este ataque que las elecciones continúen como estaba planeado o les gustaría suspenderlas?”.

Más allá fue Andrew Lilico en su reflexión en el conservador Daily Telegraph, para quien “los terroristas son perdedores” y los británicos no deberían suspender sus elecciones generales debido a ellos. Matizando que “la política no es un juego” y como no es una rama de la industria del entretenimiento, por lo que hay que dejar a un lado “una cierta frivolidad” cuando surgen asuntos importantes y urgentes. Lilico considera que tras la suspensión de la campaña electoral por unas horas, o un día como mucho, los británicos deben regresar a la campaña electoral de pleno porque tienen decisiones cruciales que tomar como país sobre nuestro futuro. Entre ellas: cómo se negociará Brexit y si habrá un segundo referéndum sobre el resultado de las negociaciones del mismo.

Por el momento, tanto Theresa May como Jeremy Corbyn acordaron que toda la campaña nacional del Partido Laborista y de los tories sería suspendida hasta nuevo aviso. Otras partes del territorio británico, como Escocia e Irlanda del Norte también han suspendido las actividades electorales. Además, el líder liberaldemócrata, Tim Farron, ha cancelado una visita electoral a Gibraltar y el SNP escocés ha pospuesto el lanzamiento de su manifiesto. “Noticias desgarradoras desde Mánchester. Mis pensamientos están con aquellos que han perdido a seres queridos o que han resultado heridos en este ataque tan terrible”, afirmó Sturgeon.