Londres - La primera ministra británica, Theresa May, se mantuvo ayer inflexible sobre sus prioridades en vísperas de iniciar, tras las elecciones del 8 de junio, las negociaciones con Bruselas para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). En una serie de entrevistas con medios británicos, May, que está inmersa en la precampaña electoral, reiteró ayer que prefiere acabar las conversaciones sin acuerdo que con “uno malo” y eludió aceptar las fases de negociación establecidas ayer por los Veintisiete. También negó que habite en una “realidad paralela” o una “galaxia diferente”, como supuestamente opinan los dirigentes de la UE, según una noticia publicada ayer por el dominical The Sunday Times.

En su resumen de la cumbre europea del sábado, cuando los Veintisiete ratificaron sus prioridades negociadoras, el periódico recoge el asombro de los asistentes por las demandas planteadas por la líder tory cuando el miércoles recibió en Londres al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y al primer negociador del Brexit, Michel Barnier. Según el relato del diario, May pidió entonces “un esquema detallado” del futuro acuerdo comercial bilateral antes de que el Reino Unido se comprometa a pagar la factura correspondiente a su retirada del bloque y también hubo desacuerdos en cuanto a cómo reconocer los derechos de los comunitarios.

Respondiendo a la acusación de que no está en onda con la UE, May aseguró en el Programa de Andrew Marr de la BBC: “No estoy en una galaxia diferente”. “Lo que esto demuestra, así como otros comentarios procedentes de líderes europeos, es que habrá momentos en que estas negociaciones serán duras”, afirmó, después de que la canciller alemana, Angela Merkel, dijera esta semana que “algunos se hacen ilusiones en el Reino Unido” sobre los parámetros de la negociación.

“Por eso se necesita un liderazgo fuerte y estable para llevar a cabo estas negociaciones y obtener el mejor acuerdo” para este país, apostilló la conservadora May, reiterando su ya conocido eslógan electoral, con el que aspira a ganar por amplia mayoría en los comicios generales.

En otra entrevista con ITV, dijo que continúa “creyendo” que es mejor concluir la negociación con la UE sin acuerdo que con “uno malo”, algo que preocupa especialmente al mundo empresarial británico. “Sí, así lo creo. No lo hubiera dicho si no lo creyera”, declaró la líder tory, que señaló no obstante que, “con una buena mano en estas negociaciones”, se podrá lograr “un acuerdo que beneficie al Reino Unido”.

May eludió aceptar la premisa de la Comisión Europea de que, antes de empezar a negociar el pacto comercial, Londres debe asumir la factura de su retirada de la UE. “Lo que los líderes europeos tienen muy claro es que, sí, quieren empezar las negociaciones por el dinero”, dijo a ITV. “Lo que yo sé también es que, al final de estas negociaciones, debemos tener claro no solo el arreglo para el Brexit, la salida, cómo nos vamos, sino además cuál será nuestra futura relación” con el bloque, sostuvo. Preguntada sobre si se comprometería a pagar el coste del divorcio antes de que el Reino Unido salga de la Unión, se limitó a recordar que “la UE ha dicho que nada está acordado hasta que todo lo esté”. May añadió que el Reino Unido está “totalmente de acuerdo” en que la situación de los expatriados comunitarios debe ser una prioridad en las conversaciones.

Los Veintisiete aprobaron ayer las directrices de negociación con Londres, que fijan como prioridad el respeto a los derechos de los ciudadanos tanto europeos en el Reino Unido como británicos en el extranjero. También establecen que la negociación se hará “en fases”, centrándose primero en resolver “la desconexión del Reino Unido de la Unión” y el marco legal y, una vez haya “progreso suficiente”, se podrá pasar a negociar un “entendimiento sobre el marco de la futura relación” entre el bloque y el Reino Unido. Las negociaciones empezarán después de las elecciones anticipadas británicas, que May, que accedió al poder en julio sin pasar por las urnas, convocó con la esperanza de reforzar su mandato.