París - La hipótesis de que el izquierdista Jean-Luc Mélenchon pueda pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, alentada por nuevas encuestas publicadas ayer que confirman su ascenso en intención de voto, dio ayer un nuevo giro a la campaña, con efectos en los mercados. Aunque de momento los sondeos no cambian los nombres de los dos favoritos a disputar la segunda ronda, el socioliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, sí evidencian que las tendencias de ambos son a la baja y que su posición no está garantizada en la primera vuelta de los comicios, el 23 de abril.
En una encuesta publicada ayer, el instituto Ifop señala que, de celebrarse ahora la primera votación, Mélenchon conseguiría un 19% de los sufragios, siete puntos porcentuales más que hace un mes, y adelantaría al líder conservador, François Fillon, que se mantiene sin cambios en el 18,5%. Pero lo que es más importante, se queda ya sólo a cuatro puntos de Macron, que baja 2,5 en un mes al 23%, y a cinco de Le Pen, que desciende otros 2,5 puntos hasta el 24%.
El jefe del departamento de opinión de Ifop, Esteban Pratviel, explicó que en la práctica esos cuatro candidatos tienen posibilidades de clasificarse para la segunda vuelta del 7 de mayo. Si las elecciones fueran el próximo domingo, precisó Pratviel, serían Le Pen y Macron en un orden que podría variar, pero, como todavía quedan doce días, no descarta que en ese tiempo Mélenchon o Fillon recorten distancias. Pese a que un tercio de los encuestados dice que van a abstenerse, la experiencia muestra que una parte significativa de ellos acabará votando. De acuerdo con Ifop, entre los ahora abstencionistas abundan las personas de ideología de izquierdas decepcionadas por el mandato del actual presidente de Francia, el socialista François Hollande, y que podrían estar tentadas a dar su apoyo a Mélenchon, mientras se desploma Hamon.
El eco de estos análisis preelectorales entre los inversores se tradujo ayer en un aumento de la prima de riesgo hasta los 75 puntos básicos, un nivel que no se había alcanzado desde la otra gran inflexión en los sondeos, el descalabro de Fillon. - Efe