washington - El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, dijo ayer en una entrevista que el ataque químico de la semana pasada en Siria se debe al “fallo” de Rusia a la hora de garantizar la destrucción del arsenal químico sirio y de controlar al líder sirio, Bachar al Asad. “El resultado del fallo (ruso) ha llevado a la muerte de más niños e inocentes”, aseguró Tillerson en entrevista con la cadena CBS. Tillerson dijo no tener pruebas de que Rusia participara en el ataque del martes con armas químicas contra un pueblo controlado por los rebeldes en la provincia de Idleb, que llevo a EEUU a bombardear con 59 misiles una base aérea siria en represalia.
El Pentágono investiga la posibilidad de que los rusos conocieran con anterioridad las intenciones sirias de bombardear población civil con armas químicas.
Tillerson recordó que Rusia ofreció en 2013 “ciertas garantías” y era el “garante de la destrucción de todo el arsenal químico de Siria”.
En 2014, Estados Unidos finalizó la destrucción de lo que creía que era todo el arsenal químico del Gobierno sirio, entregado a Washington por la mediación de Rusia tras otro ataque químico, que causó más de 1.400 muertos y del que Al Asad se desvinculó.
La destrucción del armamento químico en poder de Damasco fue verificado, algo que nunca se hizo con el que estaba en poder de los rebeldes. “Rusia ha fallado a ese compromiso”, recalcó Tillerson, quien viajará a Lucca (Italia) para participar mañana y el martes en la reunión ministerial del G7, previa a la reunión de jefes de Gobierno de mayo.
El miércoles, Tillerson llegará a Moscú para mantener las que serán las primeras reuniones de alto nivel con el Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin. Tillerson también confió en que Rusia no responderá al bombardeo estadounidense del jueves, ya que sus tropas, aliadas de Al Asad, no eran objetivo del ataque con misiles guiados, que se realizó de una manera “muy proporcional y precisa”.
los afectados, dados de alta La mayoría de los afectados por el supuesto ataque químico de hace seis días contra la localidad siria de Jan Shijún ha abandonado ya los hospitales donde estaban ingresados en el territorio sirio y en Turquía, dijo ayer un portavoz de la opositora Dirección de Sanidad de Idleb.
Abdul Aziz Ajini, director de la Oficina de Información de ese organismo rebelde, no pudo precisar el número exacto de personas que han sido dados de alta, pero señaló que “muy pocos siguen en hospitales, porque este tipo de heridas o te matan o sobrevives, no se necesita mucha asistencia médica una semana después”.
Además, “muchos pacientes normalmente prefieren abandonar los hospitales antes de tiempo por el temor de que sean atacados. Muchos centros sanitarios han sido blanco de bombardeos”, aseguró a través de Skype.
Según los datos de Ajini, un total de 89 personas fallecieron en el supuesto bombardeo químico del martes contra Jan Shijún, situada en el sur de la provincia de Idleb, mientras que 541 sufrieron heridas.
De los heridos, al menos 54 fueron tratados en hospitales de Turquía, fronteriza con Idleb, de los que tres perdieron la vida. El resto ha sido hospitalizado en Idleb, donde hay 45 centros sanitarios. - Efe