París - El candidato conservador a las presidenciales francesas, François Fillon, defendió ayer la idea de una “Europa soberana”, no federal, que se concentre en prioridades estratégicas para hacer “más fuertes” las naciones que la componen.

En el mitin más multitudinario de los que ha celebrado hasta ahora (unas 25.000 personas, según su equipo, en el recinto ferial de la Puerta de Versalles de París), Fillon se definió como “un soberanista que milita por una Europa soberana”. Explicó que nunca ha creído “en el sueño de una Europa federal que sustituiría a las naciones”, sino en “una Europa que las haga más fuertes”. En su opinión eso significa que la Unión Europea (UE) esté “concentrada en prioridades estratégicas” y que “dé a la zona euro los medios para ser el espacio económico más eficiente del mundo”.

Apostó también por “una Europa que protege a sus habitantes defendiendo sus fronteras”, y señaló que para conseguir ese giro, frente a los que pretenden que la UE desaparezca, Francia tiene que recuperar el liderazgo europeo.

orientar europa y no “sufrirla” “Mi objetivo es hacer de Francia la primera potencia europea en diez años. Es decir, un país que da trabajo a todos sus ciudadanos, que pueda orientar Europa en lugar de sufrirla. Para eso tenemos que transformar nuestro sistema en profundidad”, argumentó el que fue primer ministro durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012).

El principal eje de esas reformas es reducir la deuda pública, “la condición de un Estado fuerte, respetado, dueño de su destino”, dijo.

Para conseguirlo, repitió algunas de las principales ideas de su programa, sobre todo la reducción en un 8 % del número de funcionarios durante los cinco años de mandato, “un objetivo razonable”.

Fillon, que de acuerdo con los sondeos más recientes se está recuperando ligeramente en intención de voto -la media de los últimos le atribuyen un 19 % de los votos-, cargó contra los dos principales favoritos de la primera vuelta del próximo día 23, el socioliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, y en especial contra el primero. Consideró que la “ironía” de esta campaña es que “un antiguo primer ministro como yo (Fillon tiene 63 años) vuelve a dar esperanza a nuestra juventud mientras un joven político reciente (Macron es, con 39 años, el benjamín de los once candidatos presidenciales), parece haberse fijado como tarea continuar con el pasado”.

El líder de la derecha subrayó su voluntad de “volver a poner en el centro de la República sus pilares: la escuela, la justicia, las fuerzas de seguridad, la familia”.

Advirtió de que “la inmigración sin integración, sin asimilación, tiene que detenerse”, y envió un mensaje a los franceses musulmanes de que “deben alzarse contra el oscurantismo y ayudarnos a hacer limpieza”, en la “misión histórica” que tiene Francia para demostrar que “es posible un Islam ilustrado, un Islam de progreso”.

Por su parte, el candidato socioliberal a las presidenciales francesas, Emmanuel Macron, rechazó ayer que se le presente como heredero del actual jefe del Estado, el socialista François Hollande, al que criticó, entre otras cosas, por falta de iniciativa en materia europea. “No soy el heredero de este quinquenio”, subrayó Macron. - Efe