Moscú - El Estado Islámico ya acabó con la vida de 217 turistas rusos al volar por los aires un avión de pasajeros poco después de que despegara de Egipto en octubre de 2015, poco después del inicio de la intervención aérea rusa en el país árabe. Los expertos consideran que, aunque nadie ha reivindicado aún el atentado, éste se enmarca en la serie de ataques yihadistas contra otras ciudades europeas, sea en Francia, el Reino Unido, Alemania o Bélgica. El Kremlin admitió ayer que el atentado es un desafío para el pueblo ruso y para el presidente, y que el hecho de que ocurriera en el momento en que Putin se encontraba en la ciudad “da que pensar” y es algo que debe ser analizado detenidamente por los servicios secretos.

Sea como sea, Peskov subrayó que las autoridades rusas seguirán redoblando la lucha contra el terrorismo y recordó la “muy firme postura” de Putin a la hora de combatir esa lacra desde que llegara al poder en 1999, cuando lanzó la segunda guerra chechena.

Recordó que “Rusia, al igual que otros países, se encuentra en la primera línea de la lucha contra el terrorismo internacional” y que “ningún país en el mundo ha podido hasta ahora en solitario derrotar al terrorismo”.

llamada de Trump El portavoz del Kremlin destacó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó el lunes por teléfono a Putin para ofrecerle sus condolencias y manifestar su solidaridad con el pueblo ruso.

Además, Putin acordó ayer impulsar la cooperación antiterrorista y activar el intercambio de información entre servicios secretos durante la conversación telefónica que mantuvo con la canciller alemana, Angela Merkel, y su colega francés, François Hollande.

Según el Ministerio de Sanidad, medio centenar de personas aún se encuentran ingresadas en hospitales de San Petersburgo con heridas y quemaduras de diversa consideración.

En prevención de nuevos atentados, las autoridades han declarado la alerta terrorista y han reforzado las medidas de seguridad en toda la ciudad, donde varias estaciones fueron cerradas momentáneamente tras sendos avisos de bomba.

Mientras, en Moscú se podían ver patrullas con perros policía a la entrada de edificios públicos, aeropuertos, estaciones de metro y de autobús, al igual que en céntricas plazas y parques. - Efe