Bogotá - Los organismos de rescate colombianos intensificaron ayer las tareas de socorro de víctimas de la avalancha que dejó al menos 234 muertos y 202 heridos en Mocoa, capital del sureño departamento del Putumayo, en una carrera contra el tiempo para tratar de encontrar supervivientes. Las cifras de fallecidos varían según la fuente. Mientras el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, habla de 207 muertos, la Unidad de Gestión de Riesgo de Destastres (UNGRD) la subía ayer a 200 y la Cruz Roja reportaba 234.
Algunos medios hablan de cerca de 300 fallecidos, cifra que ninguna autoridad ha confirmado hasta el momento, pero a la que temen pueda llegarse dado que hay un número indeterminado de desaparecidos por la riada de los ríos Mocoa y sus afluentes, Sangoyaco y Mulatos, después de un fuerte aguacero que cayó en la zona el viernes por la noche.
La Presidencia informó de que en la madrugada de ayer fue abierto el paso provisional para vehículos por la carretera Pitalito-Mocoa, considerada clave porque comunica a la ciudad con el centro del país y que estaba cerrada por la caída de un puente. También están operativas las carreteras hacia Pasto y Florencia, que son los otros puntos de conexión con el resto del país.
De forma simultánea a la búsqueda de supervivientes el Gobierno puso en marcha una operación logística aérea para llevar medicinas, alimentos, agua potable y plantas eléctricas a la ciudad ya que la avalancha de agua y piedras destruyó las redes de acueducto y de electricidad de Mocoa, ciudad de unos 45.000 habitantes que pasó la noche del sábado a oscuras.
El presidente Santos viajó tanto ayer como el sábado a Mocoa. “Hoy viajo nuevamente a Mocoa para garantizar máxima atención en menor tiempo posible y responder necesidades de afectados”, escribió ayer el presidente en su cuenta de Twitter. Y agregó: “El objetivo es liderar y agilizar el restablecimiento de servicio de agua, energía y vías”.
Desde el amanecer, los organismos de socorro mantuvieron una carrera contra el tiempo para tratar de encontrar supervivientes entre el lodo, las piedras y todo tipo de materiales que el paso de tres ríos dejó por 17 de los 40 barrios de Mocoa. La zona ha sido declarada en estado de calamidad para agilizar las operaciones de rescate y de ayuda a las víctimas, con un número indeterminado de desaparecidos y damnificados.
La tragedia supera el más reciente desastre natural de Colombia, el de otra avalancha que destruyó el 18 de mayo de 2015 la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, dejando al menos 104 muertos. La magnitud de la catástrofe se agrava por el aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican tras varias horas de viaje con las ciudades de Neiva y Pasto. - Efe